El queso puede estimular el sistema inmunitario actuando como un vehículo que lleva bacterias “buenas”, señala el trabajo publicado en la revista Immunology & Medical Microbiology.
En diversas pruebas se constató que comer variedades probióticas de queso pueden combatir el deterioro del sistema inmunitario que suele acaecer en los adultos mayores, que se denomina inmunosenescencia, y les permitiría una vida más saludable.
Los probióticos son microorganismos vivos que se pueden incluir en los alimentos y permanen activos en el intestino con efectos benéficos que equilibran la flora bacteriana intestinal y pueden mejorar el sistema inmunitario.
Con el deterioro inmunitario asociado al envejecimiento el cuerpo lucha con mayor dificultad para matar las células tumorales y se reduce la respuesta inmunitaria a las vacunas e infecciones. Las infecciones, inflamaciones crónicas y el cáncer son típicos en la inmunosenescencia.
A estas variedades de queso algunos productores les aumentan probióticos, pero en otras variedades los probióticos se presentan en el queso de forma natural, en especial los quesos que toman tiempo en estar a punto.
Los expertos analizaron el tracto gastrointestinal, que es a donde ingresan las bacterias a través de la comida y la bebida; también allí se secreta los dos tercios de los anticuerpos de inmunoglobulina vitales.
Los voluntarios, entre 72 y 103 años, que viven en el mismo centro geriátrico, comieron una tajada de placebo, un grupo, y el otro grupo una tajada de queso Gouda probiótico en su desayuno por cuatro semanas.
Los exámenes de sangre evidenciaron un incremento de los glóbulos blancos en quienes consumieron el queso Gouda probiótico, que son clave en la lucha del cuerpo contra las infecciones.
El estudio concluyó en este punto significativo, pero todavía no se han realizado pruebas para evaluar la menor incidencia de enfermedades o cáncer.
En diversas pruebas se constató que comer variedades probióticas de queso pueden combatir el deterioro del sistema inmunitario que suele acaecer en los adultos mayores, que se denomina inmunosenescencia, y les permitiría una vida más saludable.
Los probióticos son microorganismos vivos que se pueden incluir en los alimentos y permanen activos en el intestino con efectos benéficos que equilibran la flora bacteriana intestinal y pueden mejorar el sistema inmunitario.
Con el deterioro inmunitario asociado al envejecimiento el cuerpo lucha con mayor dificultad para matar las células tumorales y se reduce la respuesta inmunitaria a las vacunas e infecciones. Las infecciones, inflamaciones crónicas y el cáncer son típicos en la inmunosenescencia.
A estas variedades de queso algunos productores les aumentan probióticos, pero en otras variedades los probióticos se presentan en el queso de forma natural, en especial los quesos que toman tiempo en estar a punto.
Los expertos analizaron el tracto gastrointestinal, que es a donde ingresan las bacterias a través de la comida y la bebida; también allí se secreta los dos tercios de los anticuerpos de inmunoglobulina vitales.
Los voluntarios, entre 72 y 103 años, que viven en el mismo centro geriátrico, comieron una tajada de placebo, un grupo, y el otro grupo una tajada de queso Gouda probiótico en su desayuno por cuatro semanas.
Los exámenes de sangre evidenciaron un incremento de los glóbulos blancos en quienes consumieron el queso Gouda probiótico, que son clave en la lucha del cuerpo contra las infecciones.
El estudio concluyó en este punto significativo, pero todavía no se han realizado pruebas para evaluar la menor incidencia de enfermedades o cáncer.