Minsa y Jacoby: mucho figuretismo y poca eficiencia
...Enrique Jacoby |
Ahora con el cuento de la comida chatarra
Por Rocío Ferrel
Un nuevo figureti salta a escena en el campo de la Salud: el viceministro Enrique Jacoby, que busca cámaras volando como picaflor de canal en canal hablando de un impuesto a la comida chatarra, con lo cual sólo distrae sobre los serios problemas que afectan al sector Salud.
Jacoby está desconectado de la realidad peruana por haber estado permaneciendo en cargos burocráticos en cómodas oficinas de organismos internacionales de salud.
Por eso, carente de creatividad, copia la problemática de otros países. En Europa y Estados Unidos sí es cierto que necesiten afrontar el problema de la obesidad porque sus sistemas de salud hace mucho tiempo tienen bajo control males serios como la tuberculosis, la desnutrición, la mortalidad materna e infantil, por eso ahora se dedican a problemas secundarios como la obesidad y la comida chatarra.
En cambio, en el Perú la dictadura fujimorista provocó el aumento de número de casos de tuberculosis multidrogorresistente al recortar temerariamente el plan estándar de tratamiento de los pacientes, parte de los cuales tras terminar su medicación comenzaron a propagar bacilos de Koch resistentes.
En pueblos de la sierra y selva la desnutrición es grave. Pero aparte de tratar de resolver el problema convirtiendo en mendigos a los pobres, los gobiernos no hacen mucho por generar trabajo rentable en estas poblaciones.
Más grave aún es el hecho de constatar que en comunidades y distritos pobres los campesinos se han esforzado en construir postas médicas, pero el ministerio de Salud (Minsa) les da la espalda y les niega la posibilidad de tener enfermera y médico. Hemos visto postas construidas hace años, que permanecen vacías. ¿Por qué no contratan médicos y enfermeras y cubren esas plazas? ¿Por qué Jacoby no viaja a las punas a soportar neumonías con heladas sin atención médica?
En cambio, el ministro Tejada se luce en espectáculos banales como cortar el cordón umbilical a un recién nacido. No hay una política de salud seria. El gobierno, por ejemplo, sigue tolerando al sujeto aprista Carlos Vallejos al frente del INEN, que negocia con el dolor del cáncer (ver Médicos exigen salida del mafioso Carlos Vallejos del INEN).
Por otro lado, no necesariamente la comida chatarra es lo que más enferma a la gente. El ministerio de Salud debería hacer un trabajo completo. Antes de pensar en poses, el Minsa debería ocuparse de forma integral de la salubridad de los alimentos. Por ejemplo:
• Los vegetarianos comen contentos muchas ensaladas y legumbres, pero no hay control sobre la cantidad y tipo de pesticidas que se emplea para controlar las plagas.
• No hay un control sobre los productos químicos empleados por los supermercados para mantener el peso y apariencia de los vegetales, e incluso carnes. ¿Qué químicos usan para que los productos no se pudran y desmejoren su aspecto?
• No hay control adecuado en la calidad de comida servida en restaurantes. Deberían ser muy frecuentes las visitas del Minsa, en coordinación con las municipalidades, para prohibir el empleo de aceites reusados, o sobre la cantidad de coliformes fecales y otros microorganismos que pueden causar enfermedades. Esto no sólo contribuiría a la salud, sino que ayudaría al turismo, pues en el Perú tienen mala fama los restaurantes baratos, donde es frecuente enfermarse.
• En el Perú se venden impunemente productos como las manzanas chilenas, las cuales son bañadas con una cera tóxica prohibida por los británicos. El público tampoco sabe que en el Reino Unido en una oportunidad se prohibió la entrada de vinos chilenos por mal uso de pesticidas.
• Se vende aceite de soya, de maíz y otros productos transgénicos, sin que se sepa si al final serán dañinos para la salud.
Es decir, la gente puede creer que come frutas y verduras saludables, pero con ello no sabe que tal vez está consumiendo más tóxicos o productos dañinos a la salud que los presentes en comida chatarra, sobre la cual atraen la atención promovidos por la ONG Foro Salud, financiada por la USAID.
Por otro lado, si se trata de regular la publicidad en los medios de comunicación en la difusión de productos chatarra, el Minsa y el Gobierno deberían vigilar también los tóxicos para la salud mental, pues hasta ahora no se respeta el horario de menores y continúa la televisión al mismo estilo del tiempo de Vladimiro Montesinos: morbosidad, conductoras con modales de prostitutas, homosexualidad y violencia durante todo el día.
Sería más saludable para la sociedad que Jacoby se ocupe de los problemas mencionados, que son mucho más graves, pero los cuales no son visibles a los ojos de un cómodo burócrata de escritorio como Jacoby, ni para el ministro Tejada, que más parecen payasos de la salud y no ministros o viceministros.