El aluminio, puede causar esclerosis múltiple (EM), indica un estudio realizado por la Universidad de Keele, el cual apunta a que este metal interactúa con los genes de una persona susceptible a la EM.
Este metal en el cuerpo puede inducir al sistema inmune de la persona a atacar sus nervios por error, señala el estudio realizado en pacientes con EM fallecidos, quienes tenían altos niveles de aluminio en sus cerebros.
Se cree que la exposición al aluminio, que se agrega a las vacunas y antitranspirantes, interactúa con los genes de un paciente, lo que hace que su sistema inmune ataque erróneamente la capa que rodea los nervios.
El autor principal, el profesor Chris Exley, de la Universidad de Keele, afirma que no se puede ignorar la acumulación de aluminio en los cerebros de pacientes con EM. El metal se ha relacionado previamente con el Alzheimer, y las investigaciones sugieren que los pacientes muertos también tienen niveles más altos de metal en el cerebro que aquellos que no tienen la enfermedad.
La esclerosis múltiple (EM) afecta el cerebro y la médula espinal y conforme avanza causa discapacidad severa. Se produce debido al daño del revestimiento que protege los nervios. El sistema inmunológico de los pacientes rompe este recubrimiento tras identificarlo erróneamente como un cuerpo extraño, lo cual deja cicatrices conocidas como lesiones que interrumpen los mensajes químicos que se envían en el cuerpo.
Los síntomas a menudo empeoran con el tiempo a medida que los revestimientos nerviosos de los pacientes se deterioran, lo cual puede manifestarse como problemas en los ojos, reducción del equilibrio, fatiga, dolor y punzadas, para lo cual no hay curación.
Los investigadores analizaron el tejido cerebral de 14 pacientes fallecidos con EM, quienes tenían de 39 a 82 años cuando murieron, ocho eran mujeres. Todos los cerebros tenían niveles significativos de aluminio, dice el estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health.
De los cerebros analizados, el 42% por ciento contenía más de 0,001 mg de aluminio por gramo de tejido, mientras que el 33 por ciento tenía más de 0,002 mg, lo que los investigadores describieron como preocupante.
Todos los 14 cuerpos tenían al menos una muestra con un contenido significativo de aluminio, 11 tenían más de 0.005 mg por gramo y siete más de 0.01 mg por gramo de tejido, lo cual apuntaa que el metal se acumularía en pacientes con EM, independientemente de su edad o sexo, sin que esto se dé en una parte especial del cerebro.
Los investigadores planean comparar los niveles de aluminio en los cerebros de los pacientes con EM con los de las personas sin este mal.
Alimentos que pueden ayudar a eliminar el aluminio
Citaron hallazgos recientes que sugieren que el agua mineral rica en silicio estimula a excretar el aluminio en la orina, lo que creen que podría aliviar los síntomas de los pacientes. Los alimentos ricos en silicio son: cola de caballo (se usa en el emoliente), pimientos, uvas, pasas, naranjas, pepino, manzanas, cebada, hojas de tuna, espinacas, rábanos, tomates, maní, vainitas, zanahoria, plátanos, entre otros.
Los genes propios de cada persona también las pueden hacer más vulnerables a desarrollar EM, indica un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo. Su riesgo aumenta a 30 veces la susceptibilidad si también fuman, agrega la investigación.
Cómo ingresa el aluminio en el cuerpo
Entre los productos que contienen alumninio, que podrían ser absorbidos por el cuerpo, se cuenta a las vacunas, los desodorantes, los antiácidos. Otros estudios por confirmar sugieren que los alimentos cocinados en ollas o sartenes de alumnio podrían ser contaminantes, en especial al preparar alimentos ácidos, como los tomates, fresas, limón, y las ollas viejas.
Los productos químicos presentes en la pintura y el barniz aumentan el riesgo de MS, pues aumentan en 50% el riesgo de padecer de MS, indica otra investigación publicada el pasado mes de julio.
Investigaciones previas sugieren que los zapateros tienen un mayor riesgo de esclerosis múltiple debido a los químicos en el pulimento que afectan su sistema inmunológico, lo que puede conducir a la enfermedad.
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