Estimaciones realizadas por el MINAM ratifican un menor consumo de plástico de un solo uso, a un año de la aprobación de la referida ley. A partir del 20 de diciembre ya no se fabricarán en el país ni comercializarán bolsas pequeñas y cañitas de plástico.
De acuerdo a estimaciones realizadas por el Ministerio del Ambiente (MINAM), a un año de la puesta en vigencia de la Ley N.° 30884, también denominada “Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables”; se ha registrado una importante reducción del consumo de bolsas de plástico por parte de la ciudadanía peruana que ascienden a mil millones de unidades aproximadamente.
Al respecto, Giuliana Becerra, Directora General de Calidad Ambiental del MINAM, sostuvo que, durante el primer año de vigencia de dicha ley, se han confirmado las proyecciones de reducción en un 30% del plástico de un solo uso, a través de información de los propios fabricantes que utilizan este material como materia prima, “Esto equivale a 1000 millones de bolsas menos que se han utilizado en el país en el 2019”, afirmó.
En ese sentido, la especialista expresó que las empresas han recepcionado bien estas medidas y comienzan a aplicar el enfoque de economía circular. “Las empresas están orientadas a cambiar sus procesos y productos, este cambio positivo tiene muy buena acogida en la ciudadanía en general”, manifestó.
Asimismo, sostuvo que a partir del 20 de diciembre del 2018, según la reglamentación de la ley, se aplicará la prohibición de fabricación para el consumo interno, importación, distribución, entrega, comercialización y consumo de cañitas y bolsas de plástico con las siguientes características: (1) Área menor a 900 cm2 (30 x 30 cm), (2) Espesor menor a 50 micras y (3) Aditivos que hagan posible la fabricación de dichos materiales en microfragmentos o microplástico (este último, solo para el caso de las bolsas no biodegradables).
Alcances de la ley
La Ley N.° 30884 o también denominada “Ley de Plástico de un solo uso” no busca prohibir todo el plástico, sino que solo prohíbe aquellos productos de plásticos que son innecesarios, que no se pueden reciclar o que representan un riesgo para la salud pública y/o el ambiente.
De esta forma, no busca perjudicar a la industria del plástico; por el contrario, busca promover la innovación, la industria de plástico sostenible y la industria de productos alternativos hechos a base de materia prima nacional como el bambú, bagazo, hojas del árbol de plátano, residuos orgánicos, entre otros.
Además, la normativa creó el Impuesto a las Bolsas de Plástico para desincentivar el consumo de estas bolsas de un solo uso en la ciudadanía y reducir la contaminación en el país. El monto del impuesto al consumo en establecimientos es gradual y se aplicará por la adquisición de cada bolsa y paulatinamente: S/ 0,10 en el 2019; S/ 0,20 en el 2020; S/ 0,30 en el 2021; S/ 0,40 en el 2022 y S/ 0,50 en el 2023 y años subsiguientes.
Plástico de un solo uso
Cabe señalar que los plásticos de un solo uso son los productos desechables que sirven unos minutos o que “usas y tiras”, y estos pueden ser cañitas, botellas, envases de tecnopor, bolsas, cubiertos, envolturas, entre otros, y demoran cientos de años en degradarse. Con la aplicación de la normativa actual peruana, estos materiales saldrán paulatinamente del mercado.
Así también en Lima Metropolitana y el Callao, se generan 886 toneladas de residuos plásticos al día, representando el 46 % de dichos residuos a nivel nacional. A nivel mundial, el 50 % del total de residuos plásticos son de un solo uso.