La crisis ha derivado en denuncias contra el gobierno, protestas y pedidos de destitución del primer ministro conservador, Scott Morrison.
Los incendios forestales que están arrasando el sureste de Australia están lejos de controlarse, pese a que la lluvia que llegó a la región este sábado (11.01.2020) dio una tregua a los exhaustos bomberos y habitantes locales.
Tras una catastrófica noche en la que varios fuegos se fusionaron para convertirse en megaincendios en los estados de Nueva Gales del sur y de Victoria, las temperaturas declinaron y las lluvias trajeron algo de alivio en estas regiones
"Pese a que ha sido una larga y difícil noche, esta mañana nos alegra que no haya pérdidas de vidas ni daños materiales importantes" indicó este sábado a la prensa la primera ministra de Nueva Gales del sur, Gladys Berejiklian.
Se espera que estas mejoras de las condiciones meteorológicas duren una semana, lo que dará a los bomberos más posibilidades para controlar los incendios.
La temporada de incendios, particularmente precoz y virulenta, ha causado ya 26 muertos en Australia, reducido a cenizas una superficie equivalente 10 millones de hectáreas, una superficie similar a la de Portugal o Corea del sur, y destruido más de 2.000 casas.
Mil millones de animales muertos
Expertos de la Universidad de Sídney consideran que la catástrofe ha provocado la muerte de 1.000 millones de animales, cifra que incluye a mamíferos, aves y reptiles.
En el Estado de Victoria, el primer ministro Daniel Andrews llamó a la población a permanecer vigilante, ya que la crisis de los incendios, iniciada en septiembre, "está lejos de haber terminado".
Un residente local, Mark Bucke, de 49 años, padre de dos hijos, ha afirmado que los últimos diez días "han sido un infierno, especialmente con niños". "No hemos tenido leche ni pan durante cuatro días", explicó.
En las últimas horas otro bombero falleció cerca de Omeo, en el estado oriental de Victoria, dijo el Comisionado de Gestión de Emergencias de Victoria, Andrew Crisp. No se dieron a conocer detalles de las circunstancias.
Las autoridades utilizan las condiciones relativamente benignas que se pronostican en el sureste para una semana o más, para consolidar las líneas de contención alrededor de decenas de incendios que probablemente ardan durante semanas, sin que se produzcan lluvias intensas.
Hay unos 135 incendios en la región de Nueva Gales del Sur, 50 de los cuales son incontenibles. En las últimas semanas, 20 personas y mil millones de animales murieron,1.995 casas fueron destruidas y otras 816 resultaron dañadas.
Distintas voces opinan que el gobierno conservador del primer ministro Scott Morrison debe tomar más medidas para contrarrestar el cambio climático. Miles de manifestantes se reunieron el viernes en Sydney y Melbourne, pidiendo que Morrison sea despedido y que Australia tome medidas más duras contra el calentamiento global.
Morrison dijo que su gobierno está desarrollando un marco nacional de reducción del riesgo de desastres dentro del Departamento del Interior que se ocupará de los incendios forestales, ciclones, inundaciones y sequías. El gobierno trabaja actualmente en los detalles del marco con los gobiernos locales.
Aunque la amenaza de incendios forestales es más aguda en las comunidades rurales, el humo que ha asfixiado a algunas de las mayores ciudades de Australia es un recordatorio para muchos australianos urbanos del desastre que se está desarrollando.
DW; 12.01.2020