La Cámara de Comercio de Lima (CCL) expresa su preocupación por los recientes sucesos violentos que se registran en el Perú, los cuales no sólo tienen un impacto negativo en la imagen que proyecta el país hacia el mundo, en momentos previos a la realización de la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), sino que sólo acrecientan la brecha que separa del desarrollo a las poblaciones más pobres de la nación.
En opinión del gremio empresarial, el gobierno debe otorgar prioridad e impulsar con firmeza la descentralización productiva, a fin de acabar con todos los focos generadores de disturbios y convulsión social, pues elevará las condiciones de vida de la población regional. La descentralización productiva implica mejorar el acceso a servicios básicos (educación, salud y alimentación) y generar oportunidades laborales para reducir los niveles de pobreza, que en el ámbito rural se ubica muy por encima del promedio nacional.
Reclamo popular
La Cámara de Comercio de Lima reconoce que el reclamo social tiene, en muchos casos, origen en causas legítimas. Si bien la inflación nacional promedio es una de las más bajas en América Latina, en algunas regiones el índice de precios al consumidor bordea los dos dígitos, impulsado principalmente por el rubro de alimentos. Ello, sin duda, propicia un escenario de descontento social. Hay por lo demás serias limitaciones de infraestructura que afecta las posibilidades de inversión y con ello la generación de empleos productivos e ingresos adecuados, única forma de reducir la pobreza de manera eficaz.
No obstante, cabe advertir la existencia de agitadores sociales, que aprovechando esta coyuntura buscan desestabilizar el sistema democrático.
Frente a ello, la Cámara de Comercio de Lima considera necesario que el gobierno establezca un mecanismo permanente de diálogo fluido con las regiones, a fin de solucionar los 189 conflictos sociales que ha detectado la Defensoría del Pueblo en el país y prevenir la generación de futuras situaciones.
Unidos contra la crisis
Los embates de la crisis financiera mundial todavía se sentirán en nuestro país, lo cual obliga a todos los peruanos a unir esfuerzos con el gobierno para enfrentar juntos los efectos de la crisis, que ya afecta nuestras exportaciones y el mercado de capitales.
Los peruanos no superaremos la crisis con violencia y acciones inoportunas e irracionales. La violencia y la represión de respuesta tendrán consecuencias negativas para los más pobres.
En este contexto, la Cámara de Comercio de Lima considera que la disposición al diálogo y la concertación son fundamentales para asegurar la paz social, pero también es necesario que el gobierno atienda las expectativas insatisfechas de la población, principalmente del ámbito regional, a través de un adecuado programa a favor de la descentralización productiva.