Empresas extranjeras pasan al primer lugar
Por Humberto Campodónico
Según el último número de la revista América Economía, las 500 primeras empresas del Perú tuvieron US$ 89,705 millones de ingresos por ventas en el 2007, superando los US$ 75,066 millones del 2006 en más de 19%. Además, "mientras la economía nacional creció 9% en el 2007, las 500 empresas más grandes del Perú crecieron en un promedio de 19.11%. Más que el doble del resto del país" (América Economía # 6, Octubre 2008, www.americaeconomia.com).
Quizá lo más impactante de la revista (que destacó un equipo especial para llevar a cabo el informe) es la importancia de las empresas extranjeras. Comencemos por el número: 266 empresas son extranjeras (el 53%), mientras que solo 217 (el 43%) son nacionales. Las estatales apenas son 17 (el 3.4% del total).
Sin embargo, más importante es el tamaño de su facturación: las extranjeras tienen ingresos por US$ 56,165 millones, el 63% del total, el doble de las privadas nacionales (el 31%). Las estatales tienen apenas el 6%. Dice América Economía que la tendencia es que las extranjeras sigan aumentando. Por ejemplo, en el 2007 Supermercados Wong figura como peruana, con US$ 882 millones, pero en el 2008 aparecerá como extranjera, lo que también sucede en otros sectores.
Estas cifras nos ilustran sobre los cambios en el sector productivo desde 1991, año en que comienza el neoliberalismo a ultranza, bajo Fujimori: se privatizan las empresas públicas y en 1993, la nueva Constitución otorga a las extranjeras el trato nacional, así como "blinda" a los contratos de estabilidad jurídica, que no pueden ser modificados por el Congreso (solo por acuerdo entre las partes).
El carácter predominante de las extranjeras hoy es incluso superior al que existía en la etapa pre Velasco. Según el economista inglés E.V.K. FitzGerald, en 1968 las empresas extranjeras tenían el 34% del PBI y las nacionales el 48%. Si bien las cifras de % del PBI (FitzGerald) y las de ingresos por ventas (América Economía) no son estrictamente comparables, sí nos dan una idea de los cambios en la estructura del sector productivo peruano.
FitzGerald nos dice que, después de Velasco, la importancia de las empresas extranjeras y privadas nacionales baja al 13 y 35%, respectivamente, mientras que las estatales dan un enorme salto y pasan del 18 al 42%.
Puede decirse, entonces, que el sector productivo peruano es producto de la privatización de las empresas estatales (en su mayoría al capital extranjero) y de la presencia de empresas extranjeras en los sectores más rentables de la economía. Dice América Economía: "el sector minero es de lejos el más rentable: por cada US$ 100 vendidos, casi US$ 30 se transformaron en Utilidad Neta, gracias a su margen neto promedio de 30.6%". ¿Y el impuesto a las sobreganancias? Bien, gracias.
Otro apunte clave: los sectores estrella del capital nacional, el agroindustrial y el textil, tienen ingresos por ventas de US$ 1,704 y 1,533 millones, respectivamente, de un total de US$ 89,705 millones. Por su parte, la manufactura tiene ingresos por US$ 1,845 millones. Estas cifras palidecen frente a los ingresos de las mineras y petroleras: US$ 21,560 y 13,136 millones, respectivamente.
Como el (alto o bajo) poder económico tiene su correlato en la (alta o baja) influencia en el poder político, eso podría explicar por qué la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía tiene carta blanca, al igual que las AFP. Mientras, a los industriales peruanos les bajan los aranceles —aunque chillen— para beneficiar a los importadores, entre ellos Falabella y Ripley.
América Economía nos da información clave, que debiera ser ampliada por la investigación académica. Mientras, parece más o menos claro que el empresariado nacional ha perdido protagonismo en su propio país. Y eso se paga.
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