La “plata afuera” de los peruanos
Por Humberto Campodónico
Hace dos días el premier Yehude Simon dijo que se estaba contemplando dar estímulos tributarios para que los peruanos traigan la plata que tienen en el extranjero. Agregó: “nadie sabe exactamente cuánto puede ser, pero aspiramos a recibir entre US$ 2,000 a 5,000 millones de repatriación” (Gestión, 15/12/08).
Por Humberto Campodónico
Ampliar |
Hace dos días el premier Yehude Simon dijo que se estaba contemplando dar estímulos tributarios para que los peruanos traigan la plata que tienen en el extranjero. Agregó: “nadie sabe exactamente cuánto puede ser, pero aspiramos a recibir entre US$ 2,000 a 5,000 millones de repatriación” (Gestión, 15/12/08).
Esta cifra se asemeja bastante a la del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), con sede en Basilea, conocido como “el Banco Central de los Bancos Centrales”. En el Informe Trimestral de Diciembre, el BPI dice que el dinero de peruanos depositado fuera del país es US$ 4,970 millones a junio del 2008.
Cuando se analizan estos depósitos desde el 2001 se puede ver una clara correlación entre estos y el ciclo económico y el ciclo político. En diciembre de 1999, los depósitos en el exterior eran US$ 2,316 millones y subieron a US$ 4,016 millones en marzo del 2001, lo que coincide con la caída de la dictadura fujimorista. Desde ese momento hasta setiembre del 2002 dichos depósitos bajan a US$ 2,334 millones, lo que podría indicar una repatriación de capitales debido a una mayor confianza.
De allí en adelante, los depósitos aumentan de manera constante, al mismo ritmo que el crecimiento económico, llegando a US$ 3,728 millones en marzo del 2005. Durante la campaña presidencial del 2006, la incertidumbre política provoca una fuerte salida de capitales, que llega a US$ 4,854 millones en junio del 2006. La salida continúa durante estos últimos meses de crecimiento económico, alcanzando la cifra histórica de US$ 5,703 millones en diciembre del 2007.
Es importante tener en cuenta que la data del BPI es altamente confiable, pues proviene de las 40 plazas financieras más importantes del mundo, entre ellas, EEUU, Gran Bretaña, Japón, Alemania y Suiza. También están los paraísos fiscales, comenzando por el Gran Caimán, seguido de Singapur, Isla de Man, Panamá y Hong Kong.
Otro tema: la categoría “Bancos” del Informe del BPI no solo incluye a la banca comercial, sino también a las asociaciones de ahorro y préstamos. Agrega el BPI que, en muchos casos, también se incluye a los fondos de inversión, los fondos mutuos y los “Money markets”. Un punto clave es que los depósitos mencionados aquí son de la categoría “no perteneciente a bancos”, o sea que se trata de depósitos de personas o de empresas. Normalmente, la mayoría de los depósitos son a título individual.
Sin embargo, hay dineros que no figuran en la data del BPI: los bonos gubernamentales (sobre todo los del Tesoro de EEUU), las propiedades inmobiliarias y las inversiones en los mercados de “commodities”. Tampoco están los fondos de inversión y fondos mutuos que no reportan al BPI, además de los fondos de cobertura (hedge funds). Ese podría ser el caso de la inversión de un millón de dólares del BCP en el Fondo “bamba” de Bernard Madoff.
Hasta aquí la información de la plata de peruanos fuera del país. La segunda parte concierne a los “estímulos tributarios” del Premier. Hasta donde sabemos, no hay impuesto al capital que entra, pero sí existen dispositivos de la SBS que exigen al “repatriador” la justificación del origen del dinero, lo que debe mantenerse a toda costa. Claro, porque podría tratarse de dinero proveniente de fraudes contables, subvaluación de exportaciones y/u otros actos ilegales y dolosos, como el lavado de dinero que no pueden quedar impunes.
De su lado, los empresarios piden bajar el impuesto a la renta “para poder reinvertir” y otras medidas parecidas (pagar impuestos con obras), que disminuirían la recaudación tributaria, pero que el gobierno “está estudiando”. Increíble. Sobre todo cuando se constata que en los años de vacas gordas no solo hubo “chorreo” sino un verdadero diluvio para los que más tienen. Lo que no sucedió con la gran mayoría de la población peruana, que no fue invitada a la fiesta que ya terminó.
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com
Cuando se analizan estos depósitos desde el 2001 se puede ver una clara correlación entre estos y el ciclo económico y el ciclo político. En diciembre de 1999, los depósitos en el exterior eran US$ 2,316 millones y subieron a US$ 4,016 millones en marzo del 2001, lo que coincide con la caída de la dictadura fujimorista. Desde ese momento hasta setiembre del 2002 dichos depósitos bajan a US$ 2,334 millones, lo que podría indicar una repatriación de capitales debido a una mayor confianza.
De allí en adelante, los depósitos aumentan de manera constante, al mismo ritmo que el crecimiento económico, llegando a US$ 3,728 millones en marzo del 2005. Durante la campaña presidencial del 2006, la incertidumbre política provoca una fuerte salida de capitales, que llega a US$ 4,854 millones en junio del 2006. La salida continúa durante estos últimos meses de crecimiento económico, alcanzando la cifra histórica de US$ 5,703 millones en diciembre del 2007.
Es importante tener en cuenta que la data del BPI es altamente confiable, pues proviene de las 40 plazas financieras más importantes del mundo, entre ellas, EEUU, Gran Bretaña, Japón, Alemania y Suiza. También están los paraísos fiscales, comenzando por el Gran Caimán, seguido de Singapur, Isla de Man, Panamá y Hong Kong.
Otro tema: la categoría “Bancos” del Informe del BPI no solo incluye a la banca comercial, sino también a las asociaciones de ahorro y préstamos. Agrega el BPI que, en muchos casos, también se incluye a los fondos de inversión, los fondos mutuos y los “Money markets”. Un punto clave es que los depósitos mencionados aquí son de la categoría “no perteneciente a bancos”, o sea que se trata de depósitos de personas o de empresas. Normalmente, la mayoría de los depósitos son a título individual.
Sin embargo, hay dineros que no figuran en la data del BPI: los bonos gubernamentales (sobre todo los del Tesoro de EEUU), las propiedades inmobiliarias y las inversiones en los mercados de “commodities”. Tampoco están los fondos de inversión y fondos mutuos que no reportan al BPI, además de los fondos de cobertura (hedge funds). Ese podría ser el caso de la inversión de un millón de dólares del BCP en el Fondo “bamba” de Bernard Madoff.
Hasta aquí la información de la plata de peruanos fuera del país. La segunda parte concierne a los “estímulos tributarios” del Premier. Hasta donde sabemos, no hay impuesto al capital que entra, pero sí existen dispositivos de la SBS que exigen al “repatriador” la justificación del origen del dinero, lo que debe mantenerse a toda costa. Claro, porque podría tratarse de dinero proveniente de fraudes contables, subvaluación de exportaciones y/u otros actos ilegales y dolosos, como el lavado de dinero que no pueden quedar impunes.
De su lado, los empresarios piden bajar el impuesto a la renta “para poder reinvertir” y otras medidas parecidas (pagar impuestos con obras), que disminuirían la recaudación tributaria, pero que el gobierno “está estudiando”. Increíble. Sobre todo cuando se constata que en los años de vacas gordas no solo hubo “chorreo” sino un verdadero diluvio para los que más tienen. Lo que no sucedió con la gran mayoría de la población peruana, que no fue invitada a la fiesta que ya terminó.
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com