carguero containersAlan Fairlie Reinoso 
 
En el comercio internacional y la economía global se han suscitado una serie de cambios y reconfiguraciones, como consecuencia de la problemática que se enfrenta: descenso de la cooperación internacional, crisis del multilateralismo, guerra tecnológica-comercial y diplomática entre China y Estados Unidos, caída del comercio mundial, las externalidades negativas generadas por el cambio climático y la depredación insostenible del medioambiente. A lo cual se ha sumado la pandemia por el COVID-19.
 
Ante la actual crisis sanitaria y económica que vivimos, en el ámbito comercial, los países han implementado una serie de políticas, las cuales en algunos casos conllevan a la eliminación o reducción de aranceles aplicados a productos e insumos médicos de manera temporal con el objetivo de garantizar el acceso y abastecimiento de estos bienes claves para la atención de la emergencia sanitaria. Este tipo de políticas se alinean con las de no discriminación y transparencia promovidas por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
 
No obstante, también están surgiendo "nuevos proteccionismos", donde países están impulsando restricciones a las exportaciones de bienes esenciales para la lucha del coronavirus.
 
Sin embargo, ante el contexto descrito, diferentes organismos internacionales recomiendan llevar a cabo una serie de reformas para estimular el comercio internacional y promover la integración regional, ambos como elementos estratégicos para estimular la recuperación de nuestras economías, convirtiéndose en instrumentos para promover el crecimiento. De acuerdo con el BID, la inserción internacional de los países latinoamericanos puede ser mejorada mediante un mercado regional integrado, con canastas exportadoras más diversificadas y con bienes y servicios con mayor valor agregado.
 
Recomendaciones y reformas que se recomienzan implementar:
El BID en el documento "“Salir del Túnel Pandémico con Crecimiento y Equidad: una Estrategia para un Nuevo Compacto Social en América Latina y el Caribe”, indica que el "near-shoring", la sustitución por importaciones y la recuperación de los mercados asiáticos son factores que se proyectan como oportunidades para su recuperación. Para lo cual, al salir de la crisis debe impulsarse la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias para el aseguramiento del abastecimiento de productos médicos; rebajas en los aranceles impuestos a los bienes intermedios y de capital; medidas regulatorias y administrativas que permitan reducir los costos vinculados a la logística y procesos aduaneros.
 
Asimismo, en la publicación "Del confinamiento a la reapertura: consideraciones estratégicas para el reinicio de las actividades en América Latina y el Caribe en el marco de la Covid-19" del BID postula que es clave profundizar los esquemas y espacios de integración existentes y su fortalecimiento, fomentando en el marco de ellos acuerdos de cooperación que, refuercen las cadenas regionales de alimentos e insumos médicos, promoción de compras conjuntas de productos e insumos médicos, impulsar acuerdos de reconocimiento de certificados de calidad, entre otros; que permitan asegurar el acceso a productos básicos (insumos médicos y alimentos). De otro lado, menciona se debe seguir trabajando en la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias a productos y servicios de primera necesidad, que permitan garantizar la cadena de suministro de los sectores agropecuario y de salud. Adicionalmente, eliminar los obstáculos a exportaciones de bienes y servicios médicos no esenciales, medidas de facilitación del comercio para aligerar el despacho, mediante la implementación de las ventanillas únicas de comercio exterior; la interoperabilidad; aumentar la certificación de los agentes comerciales; revigorizar las capacidades de la industria nacional; y brindar incentivos para asegurar el abastecimiento de productos e insumos médicos mediante empresas nacionales y otros procedimientos para la obtención de las certificaciones sanitarias necesarias. 
 
Asimismo, hace un llamado a impulsar la agenda de convergencia de los acuerdos comerciales que existen en la región; así como reforzar el sistema multilateral del comercio. También señala que la integración regional, utilizando las iniciativas existentes puede ser útil para asegurar un acceso equitativo a bienes, eliminando las restricciones.[1] Como lo suscriben instituciones como la OECD[2] y el BID, el multilateralismo puede aportar al logro de una contención coordinada tanto de la crisis sanitaria como los problemas socioeconómicos que enfrentamos.
 
De otro lado, la CEPAL en el documento " América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19 Efectos económicos y sociales"[3], sugiere el diseño de instrumentos (tanto financieros como técnicos) para hacer frente a la presión fiscal de los países, lo cual debe estar a cargo de las organizaciones multilaterales y la cooperación internacional, brindado préstamos con bajos intereses, aplazamientos y alivio de la deuda. El objetivo es brindar a los países espacio fiscal para implementar y garantizar las políticas y programas para atender la pandemia.[4] De igual forma, la CEPAL[5] subraya que es importante la profundización de integración regional como parte fundamental de la estrategia para superar la crisis económica y sanitaria. Para tal fin, las medidas deben alinearse hacia el fortalecimiento de los propios encadenamientos productivos regionales y fomentar el comercio intrarregional.
 
Como medidas para fortalecer el comercio internacional, en la publicación"Covid-19: Un plan de acción de 10 puntos para fortalecer el comercio internacional y la facilitación del transporte en tiempos de pandemia", la UNCTAD también hace una serie de propuestas en línea de la facilitación del comercio y el transporte de bienes. Entre las medidas se recomienda garantizar la logística sin interrupciones, y el funcionamiento de los puertos para brindar los servicios esenciales que permitan el ingreso de barcos y posibiliten las conexiones intermodales; y facilitar el transporte transfronterizo de bienes y servicios. Respecto al comercio de bienes críticos y agilizar los trámites aduaneros y la facilitación del comercio, se plantean como medidas específicas para agilizar los envíos rápidos. Asimismo, se llama a velar para que las restricciones o estándares de salud y sanitarios no se conviertan en barreras no arancelarias y obstáculos al comercio. Otras medidas son garantizar la transparencia y el acceso a información actualizada, impulsar la digitalización de los procesos y procedimientos vinculados a los flujos de bienes y servicios. Por último, brindar asistencia técnica que permitan mejorar la capacidad institucional pero tambien las tecnológicas y humanas necesarias para implementar las políticas a favor de la facilitación del comercio.[6]
 
Asimismo, UNCTAD plantea, adicionalmente, la cooperación sur-sur como herramienta para apoyar una mejor recuperación, enfocándose en la construcción de resiliencia, incrementar los recursos financieros y dar mayor espacio a las políticas.
 
Por parte del Banco Mundial, en "Do’s and Don’ts of Trade Policy in the Response to COVID-19", proponediseñar nuevas políticas públicas que viabilicen el desarrollo de cadenas de valor, para lo cual resulta estratégico la integración regional. También subraya que la política comercial a diseñarse y ejecutarse tiene que fomentar la disminución de costos y mejorar la disponibilidad de bienes y servicios que atiendan la emergencia por COVID-19, reducir las cargas fiscales y administrativas de los importadores y exportadores, bajar los costos de productos alimenticios y ampliamente consumidos por los estratos de menores ingresos. Asimismo, plantea a los gobiernos con industrias de productos médicos para confrontar el COVID-19 o alimentos básicos se comprometan a no limitar las exportaciones mediante prohibiciones o impuestos; así como permitir el intercambio de servicios. Adicionalmente, tambien sugiere poner en marcha las propuestas en el marco del Acuerdo de Facilitación del Comercio para garantizar el funcionamiento de las cadenas globales y regionales de valor.[7]
 
Respecto a lo que propone la Organización Mundial del Comercio (OMC)[8], también se exhorta a impulsar la agenda de facilitación del comercio, al igual que las instituciones antes mencionada; coincidiendo en ejecutar disposiciones que promuevan la adopción de mejoras para las exportaciones, importaciones y los procedimientos de tránsito de dichos flujos de comercio. Entre las disposiciones que incluye, se sugiere promover el pago electrónico, presentación de documentos y gestiones en formato electrónico, establecer un umbral de valor mínimo para exonerar la recaudación de impuestos, entre otras medidas que también han sido abordadas y recomendadas como se aprecia en el análisis líneas arriba.
 
Balance
Coincidimos en que, la promoción de la integración regional desde los diferentes espacios y bloques de integración que conviven en la región pueden servir como plataformas para fomentar la cooperación y coordinación en los diferentes puntos de la agenda y problemática común que enfrentan los países latinoamericanos. Esta integración debe promoverse no solo a nivel comercial, sino tambien a nivel productivo, tecnológico; y en los sectores estratégicos para impulsar el desarrollo regional.
 
A nivel país, respecto a la coincidencia de estas recomendaciones con los planteamientos  hechos a la Política Nacional  de Competitividad y Productividad y a su correspondiente Plan de Acción propuesto por el Gobierno, se hace hincapié en la implementación de medidas que impulsen la facilitación del comercio, el sostenimiento y adecuación de la cadena logística frente a los nuevos desafíos impuestos por el contexto y como instrumentos para impulsar la diversificación productiva (incluidos en los objetivos 6 y 7 del PNCP).Pero, como hemos señalado en los análisis realizado de dicha Estrategia Nacional, si bien las medidas propuestas por el Acuerdo de Facilitación del Comercio son importantes, hace falta una política integral que promueva la diversificación productiva[9].
 
Si bien el BID y otros organismos internacionales señalan que el comercio puede ser el motor que dinamice las economías, CEPAL afirma que no puede cumplir esta función mientras no esté acompañado de políticas industriales que favorezcan la diversificación productiva.  El camino hacia la convergencia es la integración productiva mediante paquetes integrados multinacionales de política industrial en sectores específicos, y promover conjuntamente la innovación, transferencia tecnológica, apoyo a las pymes y la creación de clúster.
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[1] BID (2020) La política comercial, clave para salir de la cuarentena y enfrentar el COVID-19. Link: https://blogs.iadb.org/integracion-comercio/es/politica-comercial-cuarentena-covid-19/
[2] OECD (2020) Un llamado a un multilateralismo renovado e inclusivo: América Latina y el Caribe a la vanguardia de nuevas formas de cooperación internacional. Link: https://www.oecd.org/dev/llamado-a-un-multilateralismo-renovado-e-inclusivo-america-latina-y-el-caribe-a-la-vanguardia-de-nuevas-formas-de-cooperacion-internacional.htm
[3] CEPAL (2020a) América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19 Efectos económicos y sociales. Informe Especial COVID 19, N.° 1
[4] Estas recomendaciones también son desarrolladas en el documento: CEPAL (2020 b) Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones. Informe Especial COVID 19, N° 5
[5] CEPAL (2020c) Profundizar la integración regional debe ser un componente esencial de cualquier estrategia de salida a la crisis para avanzar hacia un comercio más sostenible y resiliente. Link: https://www.cepal.org/es/comunicados/profundizar-la-integracion-regional-debe-ser-un-componente-esencial-cualquier-estrategia
[6] UNTACD (2020) Covid-19: Un plan de acción de 10 puntos para fortalecer el comercio internacional y la facilitación del transporte en tiempos de pandemia
[7] Banco Mundial (2020) Do’s and Don’ts of Trade Policy in the Response to COVID-19
[8] OMC (2020) E-COMMERCE, TRADE AND THE COVID-19 PANDEMIc