Alan Fairlie Reinoso
La digitalización se ha convertido en un factor principal para mejorar los procesos productivos, pasando de ser una opción a una necesidad para alcanzar mayores niveles de competitividad y desarrollo. Actualmente, nos encontramos en la cuarta revolución industrial conocida como la industria 4.0, o también el internet de las cosas, lo cual obliga a los Estados a la adopción de nuevas tecnologías y cambios dentro de sus matrices productivas.
Investigaciones como la de Katz y Callorda (2016), sostienen que un aumento de 10% en el índice de digitalización genera un incremento de 0.75 % en el PIB per cápita para una muestra de 150 países y 2.42% en el PIB de los países de la OCDE[1].
En ese sentido, la adopción de soluciones digitales e innovadoras tienen un impacto fundamental en el nivel de desarrollo de los países, y es así que el Foro Económico Mundial, a través de su índice de competitividad, establece una tipología de países basados en su nivel de adopción o interés en la innovación: i) las economías evolucionan empujadas por una competencia en costos; ii) las economías que compiten a través de mejoras en la eficiencia de los proce¬sos productivos y, iii) las economías que compiten con el resto en fun-ción de su capacidad para innovar, siendo este grupo a donde aspiran llegar las economías de la región.
Gráfico N.º 1: Tipos de economías de acuerdo con el índice de competitividad
Tal como señala la CAF (2020), para promover la transformación digital en los países de la región es necesario promover la digitalización del aparato productivo, además de mejorar la productividad de las pequeñas y me-dianas empresas. En ese sentido, recomienda que las estrategias nacionales busquen el desarrollo de tecnolo-gías claves, al mismo tiempo de fomentar la innovación dentro de las empresas, buscando que las que han adoptado soluciones tecnológicas y digitales apoyen en su transformación digital a aquellas con menor grado de desarrollo, por lo cual la inversión en innovación y tecnologías dentro de los diferentes sectores es fundamental[2].
Teniendo en cuenta ello y, con el fin de propiciar la transformación digital, sostiene que se debe de: i) impulsar el desarrollo de actividades innova-dora en torno a las nuevas tecnolo-gías y soluciones habilitadoras de la transformación industrial; ii) propiciar la adopción de estas soluciones por parte de las empresas, especialmente de las pymes; iii) establecer mecanismos de promoción y colaboración entre los distintos agentes a fin de consolidar el desarrollo del ecosistema digital; iv) establecimiento de normativas y marcos regulatorios que faciliten la digitalización de los procesos dentro de los sectores; v) acceso de la población a las habilidades y la formación digital, así como el desarrollo de servicios públicos di-gitales; vi) fortalecer la infraestructura de TIC a nivel nacional.
Digitalización de las cadenas productivas
Con el fin de acelerar la digitalización y su desarrollo al interior de las cadenas productivas, la CAF (2020)[3] ha establecido una metodología para el diagnóstico y acercamiento de la digitalización de los procesos productivos en los países de América Latina, para lo cual estableció 6 fases:
• Fase 1: Selección de las cadenas productivas de interés e identificación de regiones claves donde desarrollarlas. En esta primera fase se determina la relevancia de los sectores productivos de una determinada economía, ello con el fin de identificar aquellos sectores que cuenten con mayor capacidad para la adopción de nuevas tecnologías; asimismo, se analiza el nivel de digitalización actual de dicho sector y el potencial de digitalización qué tendría a través de un análisis comparativo de carácter internacional.
• Fase 2: Diagnóstico de la cadena productiva en la cual se busca determinar las principales retos y oportunidades de la digitalización. Se identifica dentro de los sectores priorizados aquellos subsectores, así como instituciones y empresas, tanto públicas como privadas que conforman el sector, a fin de entender las características de la cadena productiva. Asimismo, se busca determinar el entendimiento del nivel de digitalización y las prioridades qué tiene el sector, además de determinar las soluciones digitales con impacto a lo largo de la cadena productiva, para lo cual se toma como base la experiencia a nivel internacional.
• Fase 3: Experiencias de desarrollo de internet industrial en el país y a nivel internacional. Para completar el análisis realizado en las fases previas se hace un análisis del Estado actual y las tendencias de las tecnologías que sirven como base de las soluciones de internet industrial, buscando determinar el grado de madurez y el avance nacional e internacional de la adopción de políticas de la adopción de tecnologías dentro de la cadena productiva, buscando determinar el impacto de estas tecnologías en los distintos eslabones de las cadenas de producción.
• Fase 4: Desarrollo de una hoja de ruta. A través de la hoja de ruta se prioriza las actividades a realizarse basadas en el análisis de las fases previas, apoyándose también en las mejores prácticas identificadas tanto a nivel nacional como internacional.
• Fase 5: Estrategia de sensibilización. Es una fase transversal a todas las otras fases, donde se busca establecer una interacción con los actores, además de recibir retroalimentación de estos durante el desarrollo de cada una de ellas.
• Fase 6: Consiste en la implementación de la hoja de ruta.
El actual contexto nos obliga a repensar nuestras formas de producción, así como el establecimiento de mecanismos que nos permita transitar hacia un desarrollo sostenible más inclusivo, por lo cual se debe de partir de la identificación de las oportunidades de digitalización en distintos sectores claves para el país, con el objetivo de fortalecer la transformación digital de cadenas de valor y contribuir a la diversificación productiva del país.
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[1] Katz, R. y Callorda, F. (2016). Iniciativas empresariales y políticas públicas para acelerar el desarrollo de un ecosistema digital latinoamericano: Informe al Consejo Iberoamericano de la productividad y la Competitividad.
[2] CAF (2020) Estrategia para la transformación digital de los sectores productivos en América Latina
[3] CAF (2020) Estrategia para la transformación digital de los sectores productivos en América Latina