Alan Fairlie Reinoso
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha publicado recientemente un informe sectorial “Impacto del COVID-19 en el sector de la construcción”[1], donde analiza los efectos del Covid-19 en las empresas de la construcción y en los trabajadores. Señala que este sector es primordial para la estimular la recuperación económica debido a su capacidad de crear puestos de trabajo, por ser intensivo en mano de obra. Está compuesto desde las Pymes (que son la mayoría), hasta las empresas multinacionales, las cuales a su vez cuentan con intermediarios, subsidiarias y subcontratistas en los diversos niveles de la construcción.
A continuación resumimos algunos de los hallazgos del Informe.
Impacto del COVID-19 en la construcción
Según la OIT, el 7,7% del empleo mundial estaba en el sector construcción antes de la pandemia, contribuyendo con un 13,4% del PIB mundial. Con la pandemia, hubo una fuerte contracción de los proyectos de ejecución, debido a que en varios países no fue considerada la construcción como parte de las actividades esenciales. Sin embargo, en otros países como China e Italia si se mantuvo activo el sector para construir hospitales y centros de emergencia. Asimismo, con el cierre total o parcial de las actividades de la construcción, también se afectó la cadena de suministro que genera este sector.
A nivel de los trabajadores, antes de la pandemia, el 64% de este sector eran trabajadores por cuenta propia o empleados en microempresas con menos de 10 empleados. Siendo vulnerables frente a la recesión económica y al acceso a créditos o a estímulos financieros que los gobiernos otorgaron. Debido al alto nivel de informalidad laboral y de movilidad laboral que caracteriza a este sector, los trabajadores no tienen acceso a la protección social, atención de salud, seguros de desempleo, entre otros. Peor aún es la situación de los trabajadores migrantes, quienes son excluidos de las medidas de apoyo nacional, y no cuentan con acceso a la protección social.
Los gobiernos han estado implementando diversas medidas frente a la pandemia; entre ellas, la promoción de este sector en los procesos de recuperación para estimular la demanda y crear empleos mediante la inversión en infraestructura pública. Asimismo, políticas de apoyo a las empresas, el empleo y los ingresos, con subsidios salariales temporales a las empresas para que retengan a sus trabajadores. Para proteger a los trabajadores, extendieron la licencia por enfermedad con goce de sueldo y mejoraron las prestaciones por enfermedad. El diálogo social ha jugado un rol esencial en la elaboración de los protocolos de SST para el regreso al trabajo.
Propuestas de la OIT
La OIT propone que los Estados miembros garanticen los principios y derechos fundamentales en el trabajo y los convenios internacionales del trabajo. Para lo cual cuentan con diversos convenios e instrumentos para el sector de la construcción como el Convenio Nro. 167 “Sobre seguridad y salud en la construcción”, y su respectiva Recomendación Nro. 175, el Convenio Nro. 94 “Sobre las cláusulas laborales” (contratos públicos) que promueve el trabajo decente en la contratación pública, el Convenio Nro. 102 “Sobre la seguridad social” (normas mínimas), la Recomendación Nro. 202 “Sobre los pisos de protección social”, la Recomendación Nro. 203 “Sobre la transición de la economía informal a la formal”, entre otros.
Asimismo, propone una serie de directrices para una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles, promoviendo una recuperación ecológica para la reactivación del sector, el retorno seguro de los trabajadores.
Caso peruano
En el Perú, los trabajadores de construcción civil han sido afectados desde el inicio de la pandemia, con las medidas de cuarentena obligatoria y como la construcción no fue considerada una actividad esencial, perdieron sus empleos y sus ingresos de un momento a otro. El Gobierno no otorgó subsidios para este sector, a pesar de los reiterados pedidos de su federación de un bono por 1000 soles para enfrentar a la cuarentena. Ahora, están en la segunda ola sin apoyo económico y con miles de trabajadores desempleados.
Como podemos ver en el Informe de la OIT, el sector construcción es esencial para la recuperación económica y se ha buscado darle adecuadas condiciones de seguridad y salud en el trabajo, promoviendo el diálogo social. Asimismo, durante los períodos de cuarentena, se otorgaron subsidios salariales; y, en otros casos los trabajadores han tenido licencias con goce de haber durante todo el periodo de labores suspendidas. Situación completamente diferente a la nuestra, la que se debería revertir.
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[1] Véase en: https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/multimedia/video/institutional-videos/WCMS_767669/lang--es/index.htm