Juan Carlos Ortiz*
Nos acercamos al último mes del año con optimismo para alcanzar las metas establecidas y, de cara al 2024, repotenciar el desarrollo de la industria minera.
Si bien de enero a agosto, la producción de cobre sumó 1.77 millones de toneladas, confiamos en poder lograr anualmente entre 2.6 y 2.7 millones de toneladas de dicho metal. Y para el 2024, superar ese nivel obteniendo un aproximado de 2.8 millones de toneladas, como lo estimó también el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Víctor Gobitz.
Este repunte en la producción de cobre es una buena oportunidad, ya que contribuirá en la superación de la recesión económica que atraviesa el país. Es preciso resaltar que la minería es un importante motor de la economía local, genera más del 10% del PBI y el 60% de las exportaciones del país.
Para ello, esperamos que las autoridades brinden las medidas adecuadas y se agilice el avance de los proyectos en cartera, en especial los brownfield. Sería ideal que se faciliten los trámites de licencia ambiental para estas iniciativas, que se ejecutarían en la misma huella operativa de las unidades mineras. Por supuesto, no se trata de reducir ni modificar los estándares, sino gestionar el avance de los trámites con más efectividad.
Desde el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú siempre estamos a favor de impulsar la minería con los más altos estándares y en cumplimiento de la legislación. En ese sentido, reiteramos el rechazo anteriormente expresado a la posibilidad de reabrir el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) que, en vez de mejorar el proceso de formalización, debilitaría las acciones contra la minería ilegal.
Recientemente, los fiscales especializados en materia ambiental de Madre de Dios manifestaron su preocupación ante la posible reapertura del Reinfo. En un pronunciamiento advirtieron que esta medida desnaturaliza su carácter excepcional y temporal, siendo perjudicial para la sostenibilidad del país y beneficia a la minería ilegal.
Esta preocupación es totalmente comprensible, dado el lamentable avance de la minería ilegal en Madre de Dios. Según un informe
del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), en el sector La Pampa, ubicado en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, la presencia de maquinaria y mineros ilegales se ha incrementado hasta en un 400% en los últimos dos años.
Es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y trabajen de la mano con los gremios aliados del sector minero para atender adecuadamente esta situación.
*Segundo vicepresidente IIMP