El humalismo, autoproclamado “nacionalista”, y sus socios tienen tan poca vergüenza que en lugar de promover una ley que rompa el monopolio chileno en los cielos peruanos, o una línea aérea de bandera, sólo atinan a ponerle el nombre del héroe José Quiñónez.
José Quiñónez se moriría de indignación al ver que intereses corruptos permitieron la fácil entrada de Lan y otras líneas del repugnante enemigo chileno, que realiza labores de espionaje en nuestro territorio; también al ver que García destruyó la Escuela de Aviación Civil para favorecer a intereses inmobiliarios chilenos, en su voracidad por un terreno donado por todos los peruanos tras la guerra en la cual él se inmoló; lo mismo sentiría al ver que la corrupción fujimorista destruyó a Aeroperú y al ver que el aeropuerto Jorge Chávez se entregó en forma irregular a una mafia que participó en un amañado concurso de un solo postor, Lima Airport Partners (LAP).
Burla a Quiñónez
Los exnacionalistas del seudopartido Gana Perú criticaban a Alan García cuando este, de manera corrupta e ilegal, promovió la venta del aeródromo de Collique, el cual nunca fue ni es propiedad del estado. Entre las empresas deseosas de beneficiarse con la destrucción del aeródromo se cuentan constructoras chilenas. Para no estorbar las aspiraciones de los buitres de la construcción, el gobierno de Ollanta Humala y su Congreso servil a Chile no hacen nada por remediar la situación en que está el aeródromo de Collique.
Pero lo más grave es que el actual gobierno de Ollanta Humala y los congresistas sirvientes de Chile pisotean la memoria de nuestro héroe Quiñónez, quien poco antes de morir en acción de guerra entregó una suma de dinero aunándose a la colecta popular que en 1940 se hizo con el fin de adquirir el terreno para construir el aeródromo y escuela de aviación civil. Pero precisamente cuando los congresistas toman conocimento de la última voluntad de Quiñónez, decidieron que tarde o temprano iban a burlarse del héroe y así lo han hecho, poniendo el respetable nombre de Abelardo Quiñonez a los cielos peruanos que están contaminados por la aerolínea Lan-Latam que lleva la bandera de los asesinos de miles de peruanos y ladrones de Arica y Tarapacá.
Esta ofensa a los héroes no es nueva. Los corruptos y traidores a la patria llaman "Mar de Grau" a nuestro mutilado mar, cuando lo correcto es denominar "Mar de Grau" al mar que defendió Grau, que se extiende hasta las costas de Tarapacá. Se trata, pues, de un falso homenaje de traidores a la patria y capituladores aceitados que en vez de desalojar a los chilenos de nuestro mar trafican con el nombre de Grau y lo usan como un figurón. Estos delincuentes de la dignidad nacional en realidad aborrecen a Miguel Grau porque él no aceptaba el robo territorial chileno y dio la vida combatiendo, mientras que ellos, los corruptos y vendidos a Chile, toman el nombre de Grau aceptando gustosos el robo territorial de Chile.
Desde Fujimori
El fujimorismo destruyó Aeroperú, rematándo esta empresa a precio vil. Una línea de bandera es necesaria porque las aerolíneas del enemigo chileno que se enriquece con nuestra posición privilegiada que no tiene (están en un rincón del mundo) y la experiencia ha demostrado que cuando se ha necesitado aviones civiles para emergencias, simplemente no los hubo.
Por ejemplo, durante el terremoto de Japón, miles de peruanos querían volver al Perú ante la amenaza de contaminación nuclear. Países como Francia enviaron a Air France a recoger a los franceses en Japón, pero el Perú no tenía a quién enviar. Se ha visto también cómo un soldado herido en Cusco no pudo viajar a atenderse a Lima porque Lan se negó a llevarlo.
En este mundo tan agitado, podrían presentarse escenarios similares, con desastres o guerras en otros países, y el Perú no podría disponer de una aerolínea. Hay muchas razones para tener aerolínea de bandera, en lugar de una línea chilena que discrimina a los peruanos.
Además, una línea aérea de bandera daría trabajo a más peruanos y ganancias para el Perú, no para Chile, que con los impuestos que recauda se arma desenfrenadamente contra el Perú.
Esta es la triste prioridad del “nacionalismo” que somete el Perú a la hegemonìa de Chile y que antepone los titulares llamativos a los verdaderos intereses nacionales. ¿Cielo de Quiñónez? Puede ser, pero primero que se ocupen de expulsar de nuestro país a Lan-Latam y de resolver los graves problemas que afectan a la aviación en el Perú.
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