Al menos 25 personas han muerto y varias más siguen desaparecidas tras la caída de un avión de pasajeros de la compañía TransAsia Airways, con 58 personas a bordo, en un río a las afueras de Taipéi, capital de Taiwán.
Pese a que las operaciones continuaron en la noche, se estima en 17 el número de personas que estarían atrapadas dentro de los restos de la aeronave.
TransAsia Airways confirmó que 16 personas, entre ellas dos niños, han sido rescatadas, trasladadas en un bote a la orilla del río y luego llevadas en camilla hasta las ambulancias.
Según una grabación transmitida por la televisión taiwanesa, un miembro de la tripulación gritaba “SOS, SOS. El motor dejó de funcionar”.
Al lugar del accidente fueron movilizados 400 soldados, decenas de socorristas, ocho botes salvavidas, 15 ambulancias y una grúa, pero se encuentran confrontados a condiciones climáticas adversas, baja visibilidad y la crecida del agua, factores que dificultan sus labores de rescate.
Las cajas negras fueron halladas por los servicios de rescate, pero hasta el momento no se ha informado acerca de las causas del siniestro.
La aeronave, ATR 72-600 de turbo propulsión, partió de Taipéi a la isla de Kinmen.
Cuando los pilotos se ven en problemas lo usual es que intenten aterrizar en un río o carretera, pero la maniobra se frustró cuando el avión perdió estabilidad y un ala chocó con una baranda de la carretera y finalmente fue a parar bruscamente al río, sin posibilidad de más maniobras, a las 11:00 horas locales (03:00 GMT), informan varias agencias internacionales.
Hace menos de un año, otra unidad de TransAsia Airways se estrelló con 54 pasajeros y cuatro tripulantes en una isla del archipiélago turístico de Penghu, frente a la costa occidental de Taiwán. Sólo diez personas lograron conservad la vida.
