Altos funcionarios del Pentágono consideran la aparición de potentes medios antiáereos pone en peligro su joya de la corona: el caza de quinta generación F-35, el programa de armas más caro de la historia.
Hay un dicho recurrente en los círculos de defensa de Washington: la amenaza siempre obtiene un voto. Dicho de otra forma: una amenaza estratégica válida puede influir en la toma de decisiones haciendo descarrilar o acelerar un programa de armas, se afirma en un artículo del portal de aviación estadounidense Aviation Week.
En el caso del programa de avión más caro de la historia, el F-35 Joint Strike Fighter, los altos funcionarios del Pentágono han empezado a pensar en cuál será destino del programa si esta nave todavía en desarrollo se viera amenazada por el desarrollo y la proliferación de sistemas de defensa antiáerea cada vez más potentes.
Y no se excluye que esta sea la razón por la que el Pentágono ya haya presupuestado las primeras asignaciones para el caza de sexta generación. O lo que es lo mismo: el programa más caro de la historia humana está muriéndose antes de que estos aviones entren en combate.
El monomotor F-35, desarrollado por Lockheed Martin, está entrando en servicio con cerca de ocho años de retraso. Los 'preciosos' (en todos los sentidos, sobre todo recordando el coste unitario de cada avión, unos 400 millones de dólares) años de retraso han obligado a sus respectivos clientes a mantener las flotas de aviones más antiguos más de lo previsto.
Durante este tiempo, el costoso programa del caza, pensado y desarrollado como 'furtivo' hace varios años, ha empezado a perder su razón de ser: los F-35 afrontan la creciente proliferación de avanzados radares de defensa antiaérea y armas antiaéreas, admitió un funcionario de la industria familiarizado con la situación, citado por Aviation Week.
La amenaza
Por ello, hay una "creciente preocupación" entre los altos funcionarios de la Oficina del Secretario de Defensa por la proliferación de avanzadas armas antiaéreas, señala el portal remitiéndose a su fuente anónima de la oficina del Secretario de Defensa de EE.UU. Con todo, aún no puede hablarse de crisis, según otra fuente anónima de la industria de defensa.
Se cree que los radares rusos 'anti-stealth' exhibidos en la último salón aeronáutico en Zhukovski, cerca de Moscú, en 2013, explican las preocupaciones justificadas sobre el verdadero sigilo de la aeronave, y Rusia ya ha logrado avances en la integración de estos sistemas en su defensa antiaérea. También un fabricante chino mostró el año pasado un radar VHF de barrido electrónico activo en el salón aeronáutico de Zhuhai.
Esta creciente amenaza está influyendo en los planes para desarrollar los aviones de combate de sexta generación mediante el uso de tecnologías furtivas de banda ancha, indica el artículo.
Russia Today, 06.02.2015