Herbert Mujica Rojas
Una altísima autoridad de la aviación internacional, habría concluido en estudio muy reciente, que las lunas de la nueva torre de control del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, construida y bajo responsabilidad absoluta de Lima Airport Partners (LAP), deben ser cambiadas en su totalidad porque persiste y no ha sido superado el reflejo cegador.
En fecha 3-4-2023 y bajo el título Nueva Torre de Control no sirve en las noches
http://bit.ly/42X5VKW , escribimos:
“En carta fechada el 20-3-2023 y dirigida al gerente general de Corpac S.A., Miguel Moreno, el Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo del Perú, SUCTA, alertó sobre una delicada situación que a la fecha nadie sabe si se ha resuelto.
No hay documento que anuncie la solución de estas irregularidades que afectan a la nueva Torre de Control que ha anunciado la empresa concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, Lima Airport Partners, LAP.
Dice el documento:
“Sobre el fanal, se observa que se ha estado cambiando de color al cielo raso circular del ambiente con pintura negra, se tendrá que ver si esto sumado a las luces que se indican que van a ser cambiadas –por tercera vez- van a dar solución al problema que han señalado anteriormente otros CTAS, el reflejo cegador que dificultan la labor del CTA en operaciones nocturnas, tema que es crucial. Las luces deben ser muy discretas –no omnidireccionales- y orientadas a la posición de teclados de los CTAS y supervisores, imperativo es que tengan intensidad regulable para graduarlas a la necesidad de acuerdo a la penumbra. Sin un ensayo nocturno con la solución a estos problemas no se recomienda el servicio de control de tráfico aéreo, aceptar el trabajo de otro modo sería un atentado a la seguridad.”
Son dos temas delicados:
-El reflejo cegador de las lunas de la Torre de Control que interfieren, dificultan, perturban, por las noches, el trabajo de los controladores de tránsito; y,
-Para amenguar o atenuar ese efecto inconveniente, se cambió el color al cielo raso circular, y esto habría –según el documento adjunto- sucedido hasta 3 veces a la fecha.
De no solucionarse estos percances, advierte el gremio: “Sin un ensayo nocturno con la solución a estos problemas no se recomienda el servicio de control de tráfico aéreo, aceptar el trabajo de otro modo sería un atentado a la seguridad.”
Dijimos más: “Si la Torre de Control no funciona de noche por esos reflejos que dificultan la tarea plena y eficiente de los controladores de tránsito aéreo, y sólo brinda servicio de día, entonces tenemos la mitad operativa buena y la otra, sin emplearse”. (artículo citado)
Sobre la pista parcial y no completa, afirmamos: “Siguiendo el razonamiento, entonces LAP, también podría entregar una nueva pista cuya longitud de pista total construida es de 3,480 m. y que, sin embargo, sólo se utilizará para el aterrizaje de aeronaves 2,830 m, es decir, están entregando a todos los peruanos una pista de aterrizaje cuya longitud es casi 25% menos en longitud que la pista actual”.
Ni el MTC y menos OSITRAN (encargada, ironía, de supervisar el fiel cumplimiento del contrato de concesión del AIJCH), se han pronunciado por el incumplimiento de LAP de pagar el seguro contra terrorismo, US$ 200 millones y que comportaría rescisión expresa del contrato.
Ese silencio estaría siendo cuestionado de una manera radical porque el Estado peruano aceptó una torre de control con lunas que no sirven en términos de seguridad y que deben ser cambiadas a costo de la concesionaria, Lima Airport Partners, que también entregó una II pista incompleta.
Los profesionales especialistas en construcción de pistas de aterrizaje se sorprenden que una nueva pista de aterrizaje inicie operaciones con un umbral (inicio), de pista desplazado en 650 m. que nunca se utilizarán. ¿Y la DGAC acaso no conocía de este engaño a todos los peruanos?
El 2003, 20 años atrás, en la adenda 4, los orondos señores de LAP, colocaron una cláusula que decía:
“En el caso de que los avances tecnológicos existentes al momento en que deba iniciarse la construcción de la segunda pista hagan inútil o parcialmente inútil, la construcción de la misma, el Concedente contando, previamente, con la opinión técnica de OSITRAN podrá modificar o sustituir la obligación del Concesionario de construir la segunda pista. Esta facultad es exclusiva del Concedente y deberá ser ejercida a más tardar doce (12) meses después de la culminación del procedimiento de entrega."
Resulta obvio que los de LAP se dieron cuenta que la construcción de la II pista no puede ser reemplazada por picardía alguna o por garrulería tecnocrática y se ¡han demorado más de 2 décadas en hacerla!....y ¡lo que es peor, engañando a todos los peruanos entregando una torre de control con serias deficiencias en las lunas y una pista de aterrizaje donde nunca se utilizarán 650 m de los 3,480m que se han construido!
28.08.2023
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Señal de Alerta
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