Herbert Mujica Rojas
Como en las épocas más turbias del fujimorismo, cuando las empresas del Estado se remataban a precios viles, de nuevo, con sordidez reprobable, resurgen los angurrientos que desean, a como dé lugar, desaparecer a Petroperú.
A pesar de problemas, desórdenes, caos diversos fomentados por el gobierno de turno, Petroperú sigue siendo una de las primeras empresas públicas de derecho privado en el Perú.
Pero la antipatria, esos grupos privatistas que anhelan la venta de todo el sector estatal para que ellos promuevan sus importaciones masivas de combustible y toda clase de productos, renace y ha empezado a dar sus primeros zarpazos.
Con mayoría de votos, la Comisión de Energía y Minas del Congreso, dictaminó por cautelar la seguridad energética del Perú y el fortalecimiento de la empresa estatal con la integración vertical.
Para variar la Sociedad Nacional de Minería, Energía y Petróleo y la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, estaban al frente, presionando por el debilitamiento de Petroperú y fortalecimiento de los privatistas.
Reza el dicho, la pita se rompe por sitio más débil. Prueba reciente.
El Club de Petroperú en Monterrico, amplio local con piscinas, gimnasios, restaurantes, zonas de esparcimiento para adultos, jubilados y niños, ha sido requerido para su devolución a Petroperú.
El propósito no puede ser peor: desarmar la gran empresa, atentando contra un club que brinda descanso y solaz y por el que generaciones de trabajadores y funcionarios depositaron mensualmente sus cuotas.
Cortado el ambiente de salud mental y recreación, se pretende comenzar el derrumbe de Petroperú.
Las pensiones de jubilación del personal antiguo, se encuentran entre los Activos periódicos de Petroperú y el Club es un activo.
Anulando o paralizando el activo Club y dejando a los trabajadores sin un centro de diversión sólo se acorta la vida de quienes trabajaron duramente pero también de quienes hoy lo hacen y merecen y pagan por un espacio saludable.
Años atrás el fujimorismo hizo cuanto le fue posible y así lo alentó en prensa rentada y alquilada con ese propósito, para rematar la Refinería de Talara.
“Por ello, consultoras internacionales especializadas en la calificación de riesgos como Fitch Ratings, señalaron que cuando opere plenamente ésta “reducirá drásticamente la inversión de capital de la compañía después del 2023; también aumentará la eficiencia operativa. Por su lado los predecibles aumentos de los márgenes de ganancia de la refinería debieran traducirse en márgenes de ingresos de EBITDA más sólidos durante el horizonte de nuestra calificación de la empresa” (Dia¬rio La República del 23/5/23)”. Diario Uno, 27-5-2023.
La demanda impulsada por cientos de trabajadores y patriotas logró impedir la barbaridad que pretendió el gobierno miserable de entonces.
Lamentablemente no ocurrió lo propio con Refinería La Pampilla que fuera rematada por menos de US$ 200 millones cuando su par en Esmeralda-Ecuador, tenía una valorización, de por lo menos, US$ 1000 millones.
Las termitas que estuvieron durante el gobierno de Fujimori demolieron la planta de fertilizantes de Talara y hoy importamos la úrea que producían para la agricultura nacional.
Igual situación aconteció con la planta de negro de humo.
La antipatria funciona con sincronización casi perfecta y hay coincidencias que tienden hacia el mismo objetivo privatista: las sociedades empresariales de energía, Fitch Ratings, todos auguran un futuro “negro” a Petroperú.
Por tanto —dicen— el Estado debe deshacerse de Petroperú.
Lo curioso es que con la entrada al 100% de operaciones de Talara, se conseguirán mejores resultados y recaudaciones propias. ¿Quién puede rebatir esta aseveración?
Opina el economista Jorge Manco Zaconetti: “Por último, los opositores a la integración vertical y fortaleci¬miento de PetroPerú aducen que la misma no podrá asumir el pago de regalías en razón que no cuen¬ta con experiencia suficiente, no tienen técnicos y la difícil situa-ción financiera de la empresa impediría financiar los recursos necesarios para las inversiones.
Nada más falso pues con la producción propia de los lotes X, VI, I por empezar se tendría una producción superior a los 15 mil barriles diarios de petróleo de alta calidad maximizando su ren¬tabilidad. Solamente en el 2022 el lote I con una producción de 500 barriles diarios le ha generado a PetroPerú una utilidad neta “libre de polvo y paja” de US $ 5 millones de dólares, abonando una tasa de regalía del 18%. Con una produc¬ción de 15 mil barriles diarios las utilidades netas serían mayores a los US $ 150 millones de dólares anuales, que reforzarían las utili¬dades de la refinería de Talara, y al país.” Diario Uno, 27-5-2023
El Club y su liquidación es la punta del iceberg.
En tiempos en que parece repetirse la era imponente y feroz depredadora del fujimorismo y la enajenación de las empresas del Estado, Petroperú sigue siendo un apetitoso blanco.
29.05.2023
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