Los lotes petroleros de Talara serán explotados por Petroperú, decisión destacable del gobierno, pues las empresas interesadas en controlar dichos lotes se encuentran en lobbies, campañas y presiones, ayudados por la prensa mermelera, que vapulea a Petroperú, pese a ser una empresa estatal legal y técnicamente calificada para dichas operaciones, que deben decidirse debido a la expiración de los contratos de concesión.
La decisión, según La República, la tomó la mandataria el jueves 10 de agosto tras reunirse con los presidentes de Perupetro (Isabel Tafur) y de Petroperú (Pedro Chira). Pasado el mediodía, se sumaron los ministros de Energía y Minas (Oscar Vera) y de Economía y Finanzas (Alex Contreras), ambos representan a los accionistas de estas dos empresas.
Los lotes, propiedad del Estado, es decir, de todos los peruanos, son muy apetecibles, pues no requieren de exploración, sino que cuentan con reservas probadas de producción (desde 1,863) de buena calidad de petróleo crudo. Además, Petroperú invirtió en la renovación de su planta de refinación, que debe utilizar este recurso.
Actualmente es muy importante para el Perú asegurar para hoy y el futuro un adecuado y no oneroso suministro de hidrocarburos para nuestro país, debido a los vaivenes internacionales que amenazan con agravar la situación internacional del comercio de petróleo y gas disparando los precios en la guerra comercial que los Estados Unidos ha declarado a Rusia y China, incluso sometiendo a Europa. Teniendo petróleo, debemos defender nuestros intereses para evitar mayores golpes a nuestra economía.
El Libro Anual de Recursos de Hidrocarburos al 31 de diciembre del 2021, señala que el 54% de las reservas probadas de petróleo del país se ubican en Talara (noroeste y zócalo continental), con más de 130 millones de barriles de reservas probadas.
Los lotes que pasarían a Petroperú (I, VI, Z-2B y X) suman más de 80 millones de barriles de esas reservas probadas, con un valor potencial de casi US$5,900 millones, a u precio referencial de US$70 por barril, valor que fluctúa. El marcador West Texas Intermediate (WTI) se ubica ahora sobre los US$80, pero ha habido temporadas en que se acercó a los US$100 e incluso superó esta cifra, como en 2022, cuando el crudo Brent llegó a US$117.25.
Carlos Vives Suárez, ingeniero de petróleo, advierte que solo en el Lote X —el de mayores reservas y producción en la capital del oro negro— se han producido, entre 2000 y 2022, 103 millones de barriles de petróleo provenientes de las reservas ya descubiertas previamente, para lo cual se han tenido que perforar pozos de desarrollo financiados con la misma producción del lote, según señaló a dicho diario, e indica que en el mismo periodo de análisis en el Lote X solo se ha perforado un pozo exploratorio (en 22 años), sin descubrimiento de mayores reservas.
“Yo no entiendo por qué eso tiene que darse al sector privado. Por qué no le ofrecen lotes en la selva, lotes offshore (en mar), que son prácticamente inexplorados”, cuestionó. Como sabemos, muchos empresarios son comodines, quieren la ganancia fácil, sin hacer esfuerzos de exploración, y no dudan en mover lobbies, escuderos y mermeleros para obtener trato de privilegio en lugar de buscar nuevos recursos. Es una actitud cobarde, carente de vergüenza y desleal con el Perú.
De octubre a diciembre 2023, así como en mayo del 2024, vencen cuatro contratos petroleros en Talara. La decisión del Gobierno, expresada por Boluarte, es que esas operaciones reviertan al Estado, mediante Petroperú. “Los lotes I, VI y Z-69 (antes Z-2B) serán nuestros, del Estado peruano”, señaló la mandataria el 2 de febrero en Talara.
A estos lotes se suma el Lote X, pues dos semanas antes del anuncio de Boluarte, el titular del sector, Oscar Vera, informó, en entrevista con este diario que el lote que hoy opera la estatal china CNPC también se contempla para Petroperú.
Esto fue reafirmado el 27 de marzo por Isabel Tafur, actual presidente del Directorio de Perupetro, en audiencia descentralizada de la Comisión de Energía y Minas celebrada en Talara. “Los mejores lotes son los que están destinados para Petroperú (…) El Lote X vence el próximo año, se están trabajando los lineamientos para que también ese lote sea operado por Petroperú”, afirmó.
Tafur dijo a La República el 21 de junio que actualmente Petroperú compra en el noroeste el petróleo a precios internacionales, hoy en poco más de US$80, mientras que el costo del barril para quien lo produce no pasa de US$40, incluyendo costos operativos, regalías, impuestos, entre otros. Es decir US$40 de renta petrolera hoy, pero si el precio internacional se dispara, esos ingresos aumentarán.
“Si Petroperú entra a operar los lotes, va a tener flujo de caja inmediato porque el lote está en producción. Creo que en estos momentos es necesario ese crudo para la refinería y, si vemos cifras, creo que es conveniente para el país”, dijo.
De la misma opinión es el ministro Oscar Vera, quien el 5 de agosto informó que esos lotes serán para Petroperú, y consideró que no se requiere de un socio, pues, al tratarse de lotes en producción es un negocio altamente rentable y con grandes márgenes de ganancia, que le permitirán a la estatal asumir los compromisos de inversión venideros.
Petroperú está calificada
Cuando se privatizaron los lotes de Talara durante el gobierno de Ollanta Humala, autoproclamado nacionalista, sospechosamente, algunas empresas eran novatas, como Graña y Montero, posteriormente GMP y hoy UNNA, que recontrató a los técnicos y personal de Petroperú, como explica Aurelio Ochoa Alencastre, ingeniero geólogo.
“¿Usted cree que hoy pudiese calificar una empresa de construcción? No, en absoluto. Allí se demostró que sin calificar, por no tener experiencia petrolera, se le entregó y respondió, porque lo único que hizo fue contratar a los mismos técnicos y a las mismas empresas de servicios petroleros. Cualquier otra empresa puede responder de igual manera, y con mayor razón Petroperú”, afirmó Ochoa.
En esa medida, Enrique Bisetti, ingeniero de petróleo, clarifica que el sustento económico para que Petroperú sea calificado para operar los lotes del noroeste es suscribir un contrato (mínimo por tres años) con una empresa de servicios integrados (que brindará la evaluación de reservorios, evaluación y servicio de pozos, operaciones de workover y otros). “Con eso, la entrada a los lotes está asegurada, no habría ningún tipo de restricción. Que la SNMPE y los opinólogos perversos sustenten que la gestión privada es mucho mejor que la estatal”, aseguró.
Cuando se privatizaron los lotes de Talara, la producción era de135,000 barriles por día. Hpu es de máximo 40,000 barriles, recordó Bisetti. “En Talara no tienen ningún esfuerzo porque el barril producido pasa directamente a los tanques de la refinería. El esfuerzo en horas/hombre, en capital de trabajo, en inversión, de comercializar y vender petróleo es cero”, subrayó,
Petroperú legalmente calificada
La ley 26221, Ley Orgánica de Hidrocarburos de 1993, faculta a Perupetro a realizar una negociación directa o hacer una convocatoria. Es potestad es de Perupetro, no de los inversionistas, por tratarse de recursos del Estado.
Otro cuestionamiento es que el ingreso de Petroperú a los lotes de Talara quebrantaría el artículo 60 (referido a la subsidiariedad del Estado) de la Constitución. Para los tres expertos entrevistados, esto es falso en la medida que ninguna empresa privada podría demostrar hoy que es más competitiva que el Estado.
“Petroperú cumple hoy el rol subsidiario cuando llega con sus combustibles a los lugares más recónditos del país, donde no va el privado porque no les resulta viable económicamente. Para seguir cumpliendo con su rol necesita los lotes, y no seguir pagando por el insumo el precio internacional, y luego vendiéndolo más barato. Eso no tiene sentido. Eso es todo el tema de fondo en esta discusión”, indicó el ingeniero Bisetti.
Lote I: precedente de que no hay impedimento legal
Contra lo que dice la campaña mermelera, el 25 de diciembre del 2021, a través del Decreto Supremo N.° 030-2021-EM, este Gobierno aprobó el contrato de licencia temporal del Lote I, entre Perupetro y Petroperú.
En opinión de abogados especializados en el sector petrolero, que pidieron a La República no ser identificados para este artículo, esta es una prueba irrefutable de que no existe impedimento legal alguno, como por ejemplo el artículo 4 del Decreto Legislativo 1292.
Aurelio Ochoa aclara que si el contrato del Lote I superó un eventual impedimento legal, no se debe a la naturaleza del contrato (temporal o de 30 años) ni tampoco la dimensión o producción del lote. “Se buscan argucias legales”, denunció.
“A mi entender, el DL 1292 aclara el tema de la participación de Petroperú. En el segundo párrafo del artículo 4 indica que durante la fase de exploración Petroperú podrá mantener la calidad de socio sin asumir los costos de las actividades de exploración que será asumidos por el operador. Si la exploración es exitosa, Petroperú y la empresa asociada compartirán la producción de hidrocarburos. Claramente, el DL se refiere a actividades que requieren inversión de riesgo”, aclaró Carlos Vives y agregó que para actividades de explotación sin riesgo, Petroperú puede asumir el 100% de los contratos. Caso contrario, deberá ir con un socio operador que asuma la inversión de riesgo en las actividades de exploración.
Petroperú ha manifestado formalmente su interés en participar en la operación de los lotes del noroeste cuyos contratos de concesión están por vencer.
Es el caso de la operación del Lote I en Talara, donde Petroperú ha mantenido una producción sostenida de petróleo y gas natural desde diciembre del 2021 hasta la fecha, con resultados económicos positivos (ebitda de US$8 millones en 2022).
Adicionalmente, es una práctica común en la industria petrolera asumir nuevas operaciones en marcha, manteniendo al mismo personal encargado del desarrollo de las actividades en curso, tal como ocurrió en el año 1993 cuando Petroperú entregó los lotes de Talara a empresas privadas, muchas de ellas sin experiencia previa en la explotación de yacimientos de hidrocarburos.
Cambiar las normas de subsidiariedad
Este y anteriores congresos, mientras rechazaban una nueva Constitución, han modificado la Constitución fujimorista de 1993 en parte obedeciendo a lobbies, pero pudiendo hacerlo, se niegan a erradicar de ella la cuestión de la subsidiariedad del Estado, que si no impide, obstaculiza inversión del Estado en rubros importantes, que otros países de primer mundo, como los europeos, sí pueden realizar, condenando así al Perú al subdesarrollo y a ser presa de ladrones como Odebrecht.
Se oponen a dicho cambio lobbistas representados por el aprofujimorismo. ¿Adivinan los lectores para qué aportaron millones no declarados a las campañas de varios partidos políticos en su ascenso a la presidencia o al Congreso?
Esos millones son precoimas para que los parlamentarios sean sus sirvientes a la hora en que estas empresas quieren impedir que se cambien leyes o cuando necesitan que se creen nuevas que favorezcan sus intereses.