Guerra Perú-Chile. EE.UU. e Inglaterra entregaron refugiados a los chilenos
Historia, madre y maestra
La tragedia del 79, Alfonso Bouroncle Carreón, Studium, Lima
Tacna y Arica
Guerra Perú-Chile. EE.UU. e Inglaterra entregaron refugiados a los chilenos
32 Salvajismo chileno
El criminal Baquedano
Lo primero no es sino la continuación del vandalismo desatado por el ejército chileno, que con ensañamiento y bajo la orden del día de "hoy no hay prisioneros" al término de la acción, en la cual, la gran ventaja numérica sumada a la calidad del armamento, definió la situación tras ardua lucha y varias horas de duración, los vencedores se dedicaron al degüello de los prisioneros, heridos y no sólo aquellos encontrados en el campo de batalla, sino quienes, como los destacamentos del Fuerte del Norte, que prácticamente no actuaron en la contienda, al ver el desastre producido abandonaron sus armas y se refugiaron en la población, consulados y templos, de donde fueron extraídos para ser fusilados en masa en la plaza de armas y las calles. Del consulado de Estados Unidos sacaron a más de 70 refugiados para fusilarlos así como del de Inglaterra. Quienes trataron de buscar refugio en la catedral fueron fusilados en sus escalones y ningún peruano salió con vida del perímetro de la plaza de armas. Incluso se dio muerte a pedradas a algunos civiles refugiados en un pozo. Se cumplió la orden de que no hubieran prisioneros. La llegada a la ciudad de los batallones "Lautaro" y "Bulnes" logró imponer cierto orden sobre sus compañeros, pero no al saqueo y vandalismo desatado contra la población, donde robos y violaciones fueron cometidos como parte de la orden del día. Después del latrocinio comenzaron los incendios, sin respetarse si las propiedades eran de peruanos o extranjeros, en esa forma muchos establecimientos de italianos y españoles e incluso algunos ingleses o viviendas de ellos fueron depredadas e incendiadas mientras a las mujeres se les sometió a excesos como nunca se habían producido.