Miguel Ángel Rodríguez Mackay |
Duda razonable
El internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay manifestó sus dudas de que Ecuador decida participar en el proceso porque estaría poniendo en el tapete la lectura histórica aceptada hasta ahora por ambos países, la cual deja en claro que Perú y Ecuador no tienen problema de límites.
“Yo pregunto si Ecuador realmente estaría en condiciones de asumir la regla internacional, de que para Ecuador también sería vinculante el fallo”, señaló en diálogo con EXPRESO.
Explicó que en la delimitación entre Perú y Ecuador, establecida en el inciso 2 de la Declaración de Santiago, el método de delimitación por el paralelo le da dominio sobre las islas que están en la frontera.
“Si participa en el proceso, Ecuador se convertiría en una parte y le sería obligatorio el fallo final de la Corte. Es lo que denomino la teoría del riesgo”, aseveró.
La eventual inclusión de Ecuador en el proceso tampoco significaría una desventaja para el Perú en el proceso –afirmó el experto– tras señalar que los fallos de la Corte de La Haya no se dan en función de la cantidad de países que se sumen a una determinada posición, sino de la calidad de los argumentos de las partes.
Bumerang para Chile
Aunque reconoció que es un tema que causa cierta preocupación, el ex canciller Luis Solari señaló que se resiste a creer en una eventual participación de Ecuador en el litigio Perú-Ecuador porque de hacerlo sería un “bumerang” para Chile.
Sostuvo que en ese caso la defensa peruana podría rebatir esa posición haciendo ver a la Corte que lo que hace Ecuador es devolverle el favor a Chile por la venta de armas durante el conflicto del Cenepa cuando tenía que mantenerse neutral.
“Eso descalifica la posición ecuatoriana porque es interesada, es una retribución de un favor que recibieron en algún momento”, dijo.
Objetivo: que ecuador fije una posición
El jurista José Antonio Saavedra Calderón, ex agregado en asuntos legales y jurisdiccionales de la Embajada de Perú en La Haya, precisó que el objetivo de la notificación que se le ha hecho llegar a Ecuador es que fije una posición jurídica en la medida en que considere que hay una posibilidad o riesgo contra su soberanía, y en ese sentido declararse legítimamente interesados en el caso.
Mencionó que una vez trasmitida esa comunicación, la Corte recién decide si procede o no su participación como tercero en el proceso.
Vilma Ayala Rojas, Expreso, 25.05.2010