Chile insiste en insinuar que el Perú podría ser obstáculo en salida al mar para Bolivia

Jaime Ravinet
Periódicamente Chile lanza la misma letanía: espera que el Perú “no será obstáculo” para la salida al mar de Bolivia, patraña con la cual engaña una y otra vez a Bolivia, país que con justicia espera una salida soberana al mar.


Esta vez el ministro de Defensa chileno, Jaime Ravinet, soltó la trillada frase condicional diciendo que espera que el Perú cumpla con su compromiso de no ser obstáculo para resolver la demanda de Bolivia para obtener un acceso al Océano Pacífico y agregó que es posible un acuerdo de su país con Bolivia pese a la demanda peruana en La Haya por los límites marítimos, pues “son temas separados”

“Espero que en la búsqueda de esa solución el Perú honre sus declaraciones que he leído de Cancillería, de diplomáticos, en orden de señalar que ellos no serán obstáculo para favorecer o permitir la salida al mar de Bolivia”, manifestó en entrevista realizada este domingo 1.o de agosto por el diario chileno La Tercera.

Ravinet cree posible que su país logre un acuerdo con Bolivia sobre su salida al mar pese a la existencia de una demanda peruana en la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre delimitación marítima porque considera que “son temas separados”. “No veo inconvenientes para avanzar en los temas con Bolivia y necesariamente seguir con el litigio en La Haya hasta que exista una resolución que espero favorable a Chile”, agregó.

Salida al mar de Bolivia es asunto bilateral Bolivia-Chile


De las declaraciones de Ravinet se deduce que las conversaciones entre Bolivia y Chile serán una nueva burla chilena de las aspiraciones bolivianas de tener salida soberana al mar, pues Chile señala al Perú como posible obstáculo, cuando el Perú nada tiene que hacer entre esos dos países, pues de acceder a darle salida a Bolivia, Chile debería hacerlo por el territorio que arrebató a Bolivia durante la guerra de rapiña perpetrada en 1879 para despojar a ese país de los yacimientos salitreros.

Siendo esto así, el Perú no tendría por qué oponerse y Chile no debería plantear dudas sobre la oposición peruana cuando se trata de territorios como Antofagasta, que nunca fueron ni serán del Perú, sería un asunto estrictamente entre Bolivia y Chile. El Perú nunca despojó a Bolivia de territorio alguno y no tiene ninguna obligación de resarcirle no habiéndole perjudicado.

Pero como Chile insiste en señalar una probable oposición del Perú entonces la intención chilena no es dar salida al mar a Bolivia, sino enfrentarla al Perú al pretender darle salida soberana por Arica, involucrando así al Perú.

El Tratado de 1929 establece para el Perú derechos sobre Arica, como las servidumbres sobre los Canales del Uchusuma y del Mauri o las instalaciones para el Perú que Chile se obligó a construir pero que no lo ha hecho como estipula el Tratado, violando una vez más el derecho internacional.

Por ser los derechos adquiridos por el Perú en la provincia de Arica irrenunciables, que el Perú acepte salida al mar para Bolivia por Arica sería un acto de traición a la Patria, posibilidad que deberá ser estrechamente vigilada teniendo en cuenta la persistente diplomacia secreta puesta en marcha por este Gobierno, por ejemplo, no dando cuenta del contenido de la reciente carta enviada al Gobierno de Ecuador sobre la Declaración de Santiago de 1952, ni sobre la protesta del Gobierno chileno sobre la decisión del Tribunal Constitucional peruano sobre el TLC con Chile, documentos que extrañamente son mantenidos en reserva.

La diplomacia secreta mucho daño le hizo al Perú, así perdimos Tarapacá, Arica, y hasta Leticia, cuando el presidente Augusto B. Leguía entregó ese territorio a Colombia y la ciudadanía peruana se enteró años después.

Lo más probable es que una vez más veremos a Bolivia aspirando a tener salida al mar y una vez más se repetirá la burla chilena.