Piñera airado por demanda boliviana de salida al mar
El presidente chileno Sebastián Piñera salió airado a rechazar la decisión de Bolivia de demandar salida soberana al mar a instancias internacionales.
El presidente chileno Sebastián Piñera salió airado a rechazar la decisión de Bolivia de demandar salida soberana al mar a instancias internacionales.
Al parecer, los chilenos creían que Bolivia iba a prestarse hasta el fin de los tiempos a diálogos que sólo fueron burla a las aspiraciones bolivianas, como su agenda de 13 puntos, por eso reacciona contra Bolivia porque Chile será visto como lo que es: un ladrón de territorios ante los demás países, lo cual se suma ya a la demanda peruana para recuperar el mar usurpado por Chile.
Las demandas peruana y boliviana son un trago amargo para los chilenos, que, como la mona vestida de seda, despliegan enormes recursos para propagandizar en foros internacionales y periodísticos a su país como civilizado y víctima de Perú y Bolivia, como lo hicieron desde antes de la guerra de rapiña de 1879, donde hasta llegaron a engañar al piadoso León XIII, presentando al Perú como agresor, con lo cual obtuvieron que bendiga la guerra (ver Guerra del Pacífico, la batalla de Lima. 43 León XIII bendijo acciones criminales) .
“Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero, como sostuvo el presidente Morales en su discurso, mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales para impugnar un Tratado plenamente vigente”, dijo Piñera.
Mientras los medios incondicionales al gobierno, al igual que en el caso peruano, califican la demanda como un acto distractivo para ganar popularidad política, de Piñera sólo obtienen el rechazo.
Piñera aseveró que “las declaraciones del Presidente Morales incluyendo su intención de acudir ante tribunales u organismos internacionales para su aspiración reivindicatoria territorial y marítima constituyen un serio obstáculo para las relaciones entre ambos países y no se condicen ni con la letra ni con el espíritu del Tratado de 1904".
Subrayó que el anuncio de Morales no se condice con “los términos acordados en los múltiples encuentros de trabajo” y “comprometen el acuerdo alcanzado en diciembre pasado entre los presidentes de Chile y Bolivia para reforzar las relaciones bilaterales".
"Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero como sostuvo el Presidente Morales en su discurso, mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales para impugnar un tratado plenamente vigente", dijo.
El gobierno chileno recuerda que Chile no tiene temas pendientes con Bolivia, pues todo quedó zanjado en el tratado de 1904, ratificado por el país altiplánico y la multilateralización de la pretensión boliviana sólo entrampará los posibles avances, ya que Chile está dispuesto a conversar sólo sobre la base de encuentros bilaterales para desarrollar la agenda sin exclusiones.
Las demandas peruana y boliviana son un trago amargo para los chilenos, que, como la mona vestida de seda, despliegan enormes recursos para propagandizar en foros internacionales y periodísticos a su país como civilizado y víctima de Perú y Bolivia, como lo hicieron desde antes de la guerra de rapiña de 1879, donde hasta llegaron a engañar al piadoso León XIII, presentando al Perú como agresor, con lo cual obtuvieron que bendiga la guerra (ver Guerra del Pacífico, la batalla de Lima. 43 León XIII bendijo acciones criminales) .
“Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero, como sostuvo el presidente Morales en su discurso, mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales para impugnar un Tratado plenamente vigente”, dijo Piñera.
Mientras los medios incondicionales al gobierno, al igual que en el caso peruano, califican la demanda como un acto distractivo para ganar popularidad política, de Piñera sólo obtienen el rechazo.
Piñera aseveró que “las declaraciones del Presidente Morales incluyendo su intención de acudir ante tribunales u organismos internacionales para su aspiración reivindicatoria territorial y marítima constituyen un serio obstáculo para las relaciones entre ambos países y no se condicen ni con la letra ni con el espíritu del Tratado de 1904".
Subrayó que el anuncio de Morales no se condice con “los términos acordados en los múltiples encuentros de trabajo” y “comprometen el acuerdo alcanzado en diciembre pasado entre los presidentes de Chile y Bolivia para reforzar las relaciones bilaterales".
"Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero como sostuvo el Presidente Morales en su discurso, mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales para impugnar un tratado plenamente vigente", dijo.
El gobierno chileno recuerda que Chile no tiene temas pendientes con Bolivia, pues todo quedó zanjado en el tratado de 1904, ratificado por el país altiplánico y la multilateralización de la pretensión boliviana sólo entrampará los posibles avances, ya que Chile está dispuesto a conversar sólo sobre la base de encuentros bilaterales para desarrollar la agenda sin exclusiones.