Víctor Alvarado
Juan Vicente Ugarte del Pino y Germán Parra Herrera advierten que la clase gobernante del vecino país quiere apoderarse de un pedazo de Tacna como pretendió hacerlo con Tarata, la que finalmente devolvió por decisión del árbitro, general USA John Pershing
La clase oligárquica chilena tiene una patológica ambición anexionista territorial por Tacna, pues su voracidad por apoderarse del triángulo de Tacna, formado por los vértices del Punto Concordia, el Hito Nº 1 y el punto de bajamar que hace contacto con el paralelo, es la misma que mostró por apoderarse de la provincia de Tarata, colindante con Tacna, que la mantuvo en cautiverio por 40 años, desde 1883 hasta 1925, en que se vio obligada a devolverla por decisión del árbitro norteamericano, general USA John Pershing.
Esta precisión fue hecha por separado por el analista de temas internacionales, doctor Juan Vicente Ugarte del Pino y el expresidente de la Comisión de Historia del Ejército del Perú, general EP (r) Germán Parra Herrera, quienes resaltaron que la historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa, y en el presente caso el reclamo chileno de pretender usurpar el Triángulo de Tacna tiene, en efecto, las características de una "farsa".
Para Ugarte del Pino, la peruanidad del Triángulo está sustentada en el Tratado de 1929 que estableció la Línea de la Concordia como frontera entre los dos países y en el que aparece claramente establecido el Punto Concordia como punto de inicio de la frontera terrestre, de manera que el terreno adyacente a este punto que está dentro del territorio de Tacna, es peruano, y no ha sido variado por el fallo de La Haya, porque los magistrados de este órgano internacional de Justicia, han dicho claramente en el fallo, que la frontera terrestre es un asunto concluido por el Tratado de 1929 y que la corte solo ha delimitado la frontera marítima.
El árbitro Pershing
Yendo al pasado, a los días del trágico cautiverio de Tacna (1879-1929), las tropas invasoras chilenas, apartándose del texto del Tratado de 1883, a cuyo amparo mantenía en cautiverio a Tacna y Arica, invadieron y ocuparon Tarata en 1883, invocando como argumento que formaba parte de la provincia de Tacna, cuando en realidad en esos años Tarata era una provincia distinta de Tacna, colindante y situada en el flanco este cordillerano a 3,070 msnm.
Pero, el primero de setiembre de 1925, después de 40 años de cautiverio, Chile fue obligado a devolver Tarata al Perú, por decisión del árbitro, general de EE. UU., John Pershing, luego de resolver que Tarata no estaba comprendida en los territorios entregados en cautiverio a Chile por el Tratado de 1883, con lo cual al decir del doctor Ugarte del Pino, de esta manera fracasó una maniobra calculada para tener una cuña metida en el territorio de la Tacna cautiva y facilitar su apropiación en el proyecto anexionista de Tacna y Arica.
El resto es historia conocida, por efectos del Tratado de 1929, celebrado cinco años después de la devolución de Tarata, Chile devolvió Tacna y se quedó con Arica, sin haberse llegado a efectuar nunca los plebiscitos para que la población decidiera sus retornos al Perú y luego de haber lanzado en los dos provincias un prolongada acción terrorista, conocida en la historia como "chilenización", que consistió en expulsar a los peruanos plebiscitarios de las dos provincias, y asesinar a los que lideraban la resistencia a la "chilenización".
Nueva invasión
Ugarte aconseja a las autoridades del gobierno a mantener prudencia y cautela frente a esta provocación chilena, que no guarda diferencia con las que exhibieron en los años previos a la guerra de rapiña que lanzaron contra el Perú el cinco de abril de 1879 y que frente a la nueva reclamación expansionista chilena, lo aconsejable es que el Perú haga uso del mecanismo de arbitraje acordado en el Tratado de 1929, cuando se produjera incidentes o conflictos de tipo territorial entre los dos países.
A juicio del general Parra Herrera, en el hipotético caso de que prosperara la pretensión chilena da apoderarse del Triángulo de Tacna, estaríamos ante nueva invasión territorial, que se añadiría a la apropiación de los territorios de las provincias peruanas de Arica, y Tarapacá, lo que vuelve a poner a Chile como país expansionista, "ladrón" de territorios ajenos.
Parra destaca que "esta pretensión nos revela que para Chile, como país, la historia ha pasado en vano, porque sigue siendo el mismo que en 1879 lanzó una guerra de rapiña contra Perú con el único afán de anexarse territorios peruanos y es el mismo que incumple los tratados internacionales, como lo demuestra el hecho de desconocer los términos del Tratado de 1929 que estableció el Punto Concordia como punto de inicio de la frontera terrestre.
"Es una terrible coincidencia que las autoridades del gobierno chileno de Sebastián Piñera, con esta pretensión de querer apoderarse del Triángulo de Tacna, incurran en la misma conducta que exhibieron para apoderarse de Tarata, y en ambos casos, sin necesidad de ser sicoanalista para traducirlo, su conducta traduce un apetito territorial por la provincia de Tacna, ante el cual el Perú no debe caer en provocaciones y recurrir al arbitraje internacional con EE. UU. como solución. El arbitraje ayer nos devolvió Tarata y el arbitraje hoy, sin duda, ratificará la peruanidad del Triángulo de Tacna", manifestó Parra.
Arbitraje está previsto en Tratado de 1929
Si la clase gobernante chilena insistiera en pretender apoderarse del triángulo de Tacna, conforme lo alertan Juan Vicente Ugarte del Pino y Germán Parra Herrera, el Perú tiene a su alcance el Tratado de 1929, suscrito por los dos países, en el que se encuentra previsto en el artículo 12 que si ambos tuvieran diferencias de interpretación de sus diferentes disposiciones, deben recurrir al gobierno de EE. UU., como ocurrió en 1925, donde actuó como árbitro el general USA Jhon Pershing.
Textualmente el Artículo Duodécimo, dice: "Para el caso en que los Gobiernos del Perú y de Chile no estuvieren de acuerdo en la interpretación que den a cada una de las diferentes disposiciones de este Tratado y en que, a pesar de su buena voluntad, no pudieren ponerse de acuerdo, decidirá el Presidente de los Estados Unidos de América la controversia".
Pinochet habría nacido en Tarata ocupada
Por muchos años ha circulado en Tacna peruana y Arica chilena la versión de que el dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte (1915-2006) nació en la Tarata ocupada por los chilenos y no en Valparaíso como sus biógrafos lo consignan y que sus padres formaron parte de la migración de colonos chilenos asentados con el propósito de "chilenizar" a Tarata en el período de 1910-1920, luego de lo cual retornaron a Valparaíso, de donde procedía su progenitor, cuando él tenía 5 años.
Las especulaciones han ido más lejos, al sostener que el dictador chileno cultivó la secreta ambición de su país de volver anexarse Tacna por la vía militar, con el fin de que su tierra natal fuera eminentemente chilena. Finalmente, ante la ninguna posibilidad de repetirse el plato, tuvo finalmente que conformarse con asegurarse de que desaparecieran todas las pruebas de su nacimiento en Tarata.
La historia oral de esta presunción refiere que su antecedente de haber nacido en Tarata motivó que fuera rechazado en la segunda vez que rindió el examen de ingreso a la Escuela Militar de Chile. La primera vez quedó fuera porque era menor de edad, y recién ingresó en el tercer intento.
La Razón, Lima 13-02-2014
Gobierno peruano quiere que Tacna sea de Chile “La inacción política y principalmente militar del gobierno de Lima provoca que se plantee —no solo que se insinúe— este adoctrinamiento prochileno, que no existiría si la fuerza armada del Perú tuviese una acción enérgica para desalojar a los chilenos del triángulo de Tacna. La indecisión de los militares peruanos demuestra a los tacneños que allí, en territorio tacneño, en el triángulo de Tacna, mandan ellos, los chilenos.” [Nota de Con nuestro Perú.] |
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