Después que el presidente Ollanta Humala respondió de forma genuflexa a Chile, país que se negó a reconocer el espionaje perpetrado contra el Perú y a dar las disculpas respectivas, el gobierno de Bachelet vuelve a arremeter con su pretensión de latrocinio del triángulo de Tacna.
Dicha área, de algo menos de cuatro hectáreas, siempre estuvo plena y claramente definida en el Tratado de 1929 con la fijación del inicio de la frontera en la orilla del mar, punto Concordia, pero ahora Chile, aprovechando que el Perú no incluyó este punto en las Líneas de Base, ahora cambió de nombre a ese punto y lo denominan “Punto 1”.
Tal punto lo señala Chile en un mapa remitido a la Corte de La Haya, en el marco del diferendo con Bolivia, por su aspiración e soberana al mar que Chile le robó.
Chile presentó este mapa en sus alegatos el 15 de julio del 2014, pero se mantuvo en reserva hasta el último 4 de mayo al iniciarse la fase oral del proceso. Chile ahora dice que el inicio de la frontera terrestre con el Perú se ubica en el Hito 1 (más allá del punto Concordia) y en el no utiliza la palabra “hito” para la frontera peruana, pero sí para la boliviana, hecho que pone en evidencia la malicia chilena.
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