En la edición de ayer, Sohr escribió en su artículo “Chile y Perú, el virus de chauvinismo”:
Todo dependerá de cuál sea el criterio que adopte la Corte. Si se basa en los tratados existentes y el ejercicio de soberanía actual, habrá un fallo favorable a Chile.
Si, por el contrario, y como lo ha hecho en otros casos, aplica los criterios actuales de delimitación marítima, las cosas favorecerán a Perú.
En mi opinión, lo más probable es que la Corte obre con un criterio de ecuanimidad y conceda a Perú una porción lo que pide. Y eso para Chile será una pérdida, porque Santiago no tiene nada que ganar en este litigio. La mayor victoria sería que las cosas queden como están y eso, a juzgar por otros fallos, es improbable.
Cabe señalar que Sohr cree que entre el Perú y Chile hay un tratado de límites, lo cual no es cierto y es una pretensión que nuestro país está desechando en la demanda ante La Haya al sustentar que entre los dos países sólo hay convenios pesqueros, no tratado de límites.
Claro está que los criterios actuales de la CIJ han fallado con soluciones de equidad, de modo que por ambos lados la demanda favorece al Perú.