“En el portal del diario español El Mundo del 26 de setiembre de este año, con el título “Alfonso de Salas, un gestor con alma editorial”, se lee en la columna de Antonio Fernández-Galiano:
Sobre todo agradezco las de estos últimos meses en los que la enfermedad ya lo acechaba y a la que él supo torear con supina elegancia y gesto burlón. Otro gran ejemplo.
Comentario
En un contexto de apología, no corresponde emplear el adjetivo supina, que sólo debe emplearse para una cualidad o hecho negativo. No es el caso el sustantivo elegancia, que es positivo.
Podemos decir por ejemplo:
Sobre todo agradezco las de estos últimos meses en los que la enfermedad ya lo acechaba y a la que él supo torear con gran elegancia y gesto burlón. Otro gran ejemplo.