En el diario limeño Perú.21 del 31 de agosto de este año, con el título “El anexo y la interpelación”, se lee en la columna de Augusto Rey:
Por años, los congresistas han utilizado el anexo en mención para incluir la cancha de fútbol, el puente o las obras que ni estaban priorizadas en el presupuesto anual ni fueron debatidas por los legisladores. Por eso es que tantos congresistas buscan estar en la comisión de presupuesto. De ahí surge el “mito del Anexo 5”, que de mito tiene muy poco. Es la forma cómo los legisladores han logrado direccionar recursos públicos a pesar de que no cuentan con iniciativa de gasto, en lo que la Fiscalía y Contraloría han considerado una forma de sacarle la vuelta a la ley.
Comentario
1) El verbo "direccionar" no existe, pero es un error común cuando se habla de gestión pública con diversos significados.
2) Hay que evitar emplear palabras parásitas como en “Por eso es que…”. Podemos identificar que hay palabras parásitas cuando las retiramos y el significado es el mismo.
3) La expresión “sacarle la vuelta a la ley” tiene el pronombre redundante “le” en “sacarle”. Pero es un peruanismo que debería quedar para el lenguaje coloquial o vulgar y evitarse en la prensa.
Podemos decir por ejemplo:
Por años, los congresistas han utilizado el anexo en mención para incluir la cancha de fútbol, el puente o las obras que ni estaban priorizadas en el presupuesto anual ni fueron debatidas por los legisladores. Por eso tantos congresistas buscan estar en la comisión de presupuesto. De ahí surge el “mito del Anexo 5”, que de mito tiene muy poco. Es la forma cómo los legisladores han logrado decidir sobre recursos públicos a pesar de que no cuentan con iniciativa de gasto, en lo que la Fiscalía y Contraloría han considerado una forma de burlar la ley.