“un desagradable aroma”
En el diario español El País del 23 de marzo de este año, con el título “Leones, mosquitos, serpientes y cabezas: lo que viven los niños migrantes al cruzar la selva del Darién”, se lee en el artículo de Alfonso Fernández Reca:
Los lugares con sombra se cotizan al alza en Bajo Chiquito. Las ollas para cocinar, también. Todo el poblado tiene un desagradable aroma mezcla de hogueras, excrementos y residuos que esperan a ser incinerados. Como no existen los baños ni las duchas, el río soporta las labores de aseo. También de refresco. El pudor hace tiempo que dio paso al pragmatismo.