Mientras se acercan las fechas de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, diversos internautas minuciosos siguen recolectando escenas de las apariciones en público de la candidata demócrata Hillary Clinton, que denotarían daño cerebral, aunque para otros el significado sería que padece posesión diabólica.
Daño cerebral
En favor de la hipótesis de daño cerebral, los internautas muestran momentos en que Hillary Clinton sufre ataques nerviosos de descontrol en una serie de casos:
En plena presentación de su marido, Bill Clinton, ante un auditorio ella lo acompaña y de pronto el rostro se le vuelve a un lado, los ojos se quedan estáticos mirando hacia arriba y a la vez la boca queda abierta inmóvil, todo en un rictus de lo más preocupante.
Cuando es abordada por reporteros, de pronto su cabeza convulsiona. En cámara lenta se ve las sacudidas de su cabeza y cuando voltea muestra una sonrisa y ojos malvados.
Cuando ella se dirige a sus partidarios, de pronto sufre una terrible laguna mental, se queda paralizada mirando a un punto con un rostro típico de enfermos mentales, ante lo cual un ayudante suyo (presuntamente enfermero) corre a ella asustado, la abraza como para hacerle reaccionar, y le pregunta si se encuentra bien. Otros más se acercan, y para ello ya parece haber terminado su ataque, como se ve en estas escenas:
Posesión
Es consenso entre los demonólogos que una de las manifestaciones de posesión es el cambio en los ojos. Estos de pronto pueden tornarse blancos o negros sin que pueda distinguirse el iris, entre otros cambios repentinos.
En el caso de la candidata, en diversos vídeos se ve que de pronto sus ojos toman un color blanco luminoso, que no es el reflejo de la luz. En otro caso se vuelven negros y en otro el iris cambia de forma. También se ve que ambos ojos quedan con el iris al lado que da a la nariz, como en casos de estrabismo severo, pues sólo se ve una pequeña parte del iris y más extraño todavía es que mientras un ojo está detenido al lado que da a la nariz, el otro va y viene de un extremo a otro.
Finalmente, en los poseídos un signo que los puede caracterizar es la maldad extrema, como en el caso de Hillary Clinton, que entrega armas, estrategias y protección a la banda terrorista Estados Islámico, que perpetra miles de asesinatos y hasta abominaciones de canibalismo en el mundo.
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