El padre Gabriel Amorth, exorcista oficial del Vaticano por 25 años, asegura que el Diablo ha desatado una guerra contra la Santa Sede. Una de las consecuencias de su presencia es la infiltración en el clero de depravados que cometieron abusos y el caso de la mujer que saltó contra el Papa Benedicto XVI en la víspera de Navidad o del turco que atacó a Juan Pablo II en 1981.
Amorth indica que las personas poseídas por Satanás al ser sometidas a los ritos del exorcismo llegan a vomitar vidrio y piezas de hierro. En estos casos el demonio permanece oculto o habla en diversas lenguas. Admite que a veces se burla de él, pero que él que es feliz con su trabajo, según dijo al diario italiano La Repubblica.
Para algunos católicos es difícil comprender el exorcismo, pero Benedicto XVI no tiene ninguna duda, “Su Santidad cree de corazón en el rito del exorcismo y ha alentado y alabado nuestro trabajo”, dijo.
Indicó que la influencia de Satanás era evidente en los altos rangos de la jerarquía católica con “cardenales que no creen en Jesús y obispos ligados al demonio”.
Película "El Exorcista" describe bien un exorcismo
Amorth manifiesta que la película “El Exorcista”, de 1973, dio una impresión sustancial y exacta de lo que es estar poseído por el diablo.
Explica que el poseído a veces debe ser sujetado por media docena de personas mientras se practica el exorcismo. Pueden gritar, blasfemar y escupir objetos punzantes, “cualquier cosa puede salir de su boca, desde piezas de hierro tan grandes como un dedo, pero también pétalos de rosa; a veces babean y los tengo que limpiar”, pero que eso no le molesta porque el deber del exorcista es liberar a los seres humanos del demonio.
Amorth ha realizado más de 70 mil exorcismos y es presidente de la Asociación de Exorcistas. Según Amorth, Hitler y Stalin estaban poseídos por el diablo. “El diablo puede poseer no sólo a una persona, sino a grupos y poblaciones enteras, como los nazis.
Pero también condena los libros de Harry Potter por considerarlos peligrosos porque incursiona en lo oculto y no hace distinción entre el arte satánico de la magia negra y la magia blanca o inofensiva.