terroristas siriaNo es guerra civil; es colonización exterior (con la que comulgan y prestan servicio elementos del interior).

No son refugiados de guerra; es población siria expulsada a la fuerza y alienada de territorio sirio bajo amenaza de muerte por los colonos del ELS.

A modo de Anexo, reproduzco al final de este texto un mensaje de la organización miliciana Resistencia Siria dirigido a la piara de colonos que pretende reducir Siria a añicos y despoblarla de sirios en beneficio del sionismo y de sus entidades políticas lacayunas. El Ejército Libre de Siria (ELS en adelante) expulsa a la población de sus pueblos y si los expulsados intentan regresar a Siria escapando de los campos de retención que han puesto los turcos y los jordanos, entonces el mismo ELS les dispara a matar. No le importa a este sicariato plus que mafioso, si son católicos, ortodoxos, alawíes, sunníes, drusos, etc., ni le importa si son comunistas, baazistas, nasseristas, opositores, etc. No se trata de que a los autóctonos les hayan “dejado salir a refugiarse”; es que les han quitado su tierra y arrebatado su marco de existencia. 

Dicho por un responsable de ACNUR en Catalunya (con bastante sentido de la autocrítica): los campos en Turquía y Jordania son peor que cárceles; el “refugiado” (desplazado) no tiene derecho más que a una hora al día de contacto con el exterior. Si se excede, es sujeto a castigo. En definitiva, muchos de esos campos son gestionados por ACNUR.

¿Cómo que Turquía y Jordania están "acogiendo refugiados sirios"? (¡ja!: los segregacionistas mismos acogiendo...). ¡Están haciendo "limpieza" poblacional, vaciando el territorio, que queda en manos de kosovares, chechenos, afganos, libios, tunecinos, saudíes, khazakos y de otros con nacionalidad “belga”, “holandesa”, “alemana”, etc.! ¡Y también, aunque en grado infinitamente menor, en manos de sirios genocidas de todo vecino, paisano y aldeano que no cuadre en su estrecho y cuadrado “Espíritu de cuerpo” teológico y pseudocomunitario! (léase al genial filósofo social tunecino Ibn Jaldun y su concepto de Asabiiya).

Estos han ocupado Siria con la idea propia sectaria —y bajo plan ajeno financiado— de quedarse ahí a menos que se les resista con éxito. Ellos saben qué están haciendo: no están perpetrando una “guerra” (campaña de destrucción) para irse una vez acabada la faena y cobrada la paga. Preparan su propia continuidad presencial física y jurídico-armada codificada en términos de instauración de la shariia en sus dominios, sumada a capacidad violenta para imponer sus códigos:

A los sirios lugareños jóvenes los asesinan, deshaciéndose en seguida de población con fuerza de resistencia y de enfrentarles. Los niños son echados al desierto, al semidesierto o al páramo, donde errarán hasta encontrar frontera o donde, si tienen relativa suerte y están con sus familias, plantarán su tienda de obligado nomadismo. Sin embargo, muchas mujeres son violadas, poseídas, retenidas. Se sucede el uso de población autóctona campesina, tal y como hacían siglos atrás las hordas turcas, y luego los turco-otomanos, en sus incursiones y algaradas de expansión (aunque los últimos se apropiaban de los niños de los estamentos superiores dominados: los jenízaros). Y, antes aún, tal y como habían hecho los califatos omeya y abbasí en su expansión (aunque aquellas tropas califales ni asesinaban ni desterraban a los niños, a quienes incorporaban a la Umma).

¿Y estos de ahora...? Siempre filman sus asaltos, sus aposentamientos, sus “conquistas” de barbarie. Porque sus jefes les exigen entrega de prueba visual de que van cumplimentando sus encargos. De lo contrario, no pagan el sueldo.

Aldea tras aldea, barrio a barrio: nazifascismo pseudo-”étnico” bajo la superficie de integrismo confesional              

Mas no piensen ustedes que esta venida del sectarismo tiene de verdad fondo confesional. Al interpretador mínimamente fino no escapará que, para los bandidos del Ejército Libre de Siria a su irrupción en la aldea o el terruño, el “mal” sunní es el sunní que convive en paz con el vecino “diferente”, dato al margen su grado de atención y cumplimiento de los preceptos, culto, ritos, proscripciones, etc., que conforman el credo. Luego, en rigor, no estamos hablando de fundamentalismo. Porque a los ocupantes del ELS, en el fondo, les importa un pimiento que el convecino sunní sea un tarambana y un mequetrefe o un “licencioso”: si se ha pronunciado “en pie de guerra” contra su vecino ortodoxo, o católico maronita, o alawí..., entonces él es un “buen sunní” y hasta simplemente “éste es sunní”. Y, a la inversa, ya puede cumplir rigurosamente con los pilares, abstenerse de lo haram, proceder diariamente a sus abluciones... Si no demuestra méritos en haber subido a sus vecinos a la azotea, él será el arrojado desde ella.

O sea: para estos fariseos, el “sujeto de sunnicidad” (por decirlo parafraseando términos al uso en la Antropología de las identidades) está completo como Ideal normativo en cuanto el sujeto en cuestión esté dispuesto a colaborar en la regresión histórica a una Siria colonial de castas con un revival de supremacía sunní política y sobre las tierras, hábitat, importaciones, etc., y un resto de población dosificada de limpiabotas y servicio doméstico.

Ya no más Siria de sirios, ciudadanos jurídicamente iguales con independencia de credo y de culto. ¡Para siempre el Gobierno en las manos de los sunníes supremacistas!: esto es lo que tienen en proyecto los peones de Erdogan y de su Turquía, punta de lanza de la OTAN en Asia Menor-Oriente Medio junto con el contramaestre israelí. A estos peones del ELS, que su correligionario sunní vomite alcohol o no recuerde rezar se la trae al pairo, mientras el lugareño se enrole —de buena gana o bajo amenaza familiar, bajo chantaje de quedar fuera de la distribución de víveres, etc.— en la pseudoyihad para liquidar a Bashar y a su Gobierno, a quien llaman el cafre (kaafir) y el hereje (Bashar es, por cierto, convertido a la sunna por Imperativo Legal de respeto a mayorías aunque él es de origen confesional alawí).

Estoy hablando en todo momento, en lo que a esta cuestión se refiere, del ELS. Por supuesto, el análisis diferiría diametralmente en relación a los fanáticos de al-Qaida y de su franquicia en Siria, Jabaht al-Nusra, quienes han impuesto “de corazón” —¡y de qué brutal modo!— la shariia (Ley coránica) sobre sus “áreas liberadas”.

Dados estos criterios y actuaciones, ¿quién es, en términos cuantitativos, la mayor y más frecuente víctima del ELS en el Este, es decir, allí donde estas bandas tienen una mayor presencia y capacidad de campar?: lo es la población siria sunní, que es la mayoritaria.

Los nazifascistas del ELS, cuando cometieron la masacre de Houla, iban puerta a puerta evaluando a los convecinos sunnitas, y el “control de calidad” no tomaba en cuenta si el lugareño era o no prístino fiel atento escrupuloso de práctica y creencia. Todo lo que les importaba era oír y tasar la “hoja de servicio” del habitante contra el no sunní.

Ahora las expresiones mágicas “de moda” en prensa, repetidas hasta el paroxismo goebbelsiano, e instruidas, cómo no, por las grandes Agencias (Reuters, Europress...) que dictan al periodista, son el binomio “avispero sirio” + “guerra sectaria”. Hablando así, quienes introducen el fenómeno intentan con cinismo justificar una “alternativa” de partición de Siria que, en realidad, lleva ya décadas en los mapas del sionismo, y que ha inspirado a priori esta ingeniería productiva de realidad a través de la doctrina de diseño y de la figura del colono disfrazado, ante el mundo, de “rebelde”.      

Pero que no consigan despistarnos: aquello que han intentado inyectar y larvar en Siria no es la división sobre la base del rigorismo religioso, sino, en el fondo, el gregarismo, el espíritu de cuerpo. Se ha intentado envenenar a los sirios estimulándoles a un ejercicio de lo que Nietzsche llamaría producción reactiva de la identidad, es decir, autorepresentación  a partir de un pensamiento negador de “el otro”.

En tal último sentido, las soflamas espetadas por los xeih desde sus poltronas en Arabia Saudí y en el Golfo han atravesado, gracias a los canales al-Arabiia (Arabia Saudí) y al-Jazeera (Emirato de Qatar), el arco geográfico mundial sunní, intoxicando a algunos, aunque no han podido reproducir con los sirios su éxito relativo. Para hacer lo mismo con los sirios, los especialistas del resentimiento tuvieron que predicar desde ciertas mezquitas del interior.

Sin embargo, la maniobra en el interior no tenía nada que rascar a contracorriente de la propia sociología siria: hoy, entre el 70% y el 80% de los soldados combatientes en el Ejército Árabe Sirio son sunníes, igual que sunníes son el 80% de los hombres y mujeres que se han alistado a las milicias autónomas de defensa popular. Las diputadas que se ven con pañuelo en el Parlamento de Siria son sunníes también. Su número es considerable. Y, dicho sea de paso, la burguesía comercial, mercantil, hotelera..., damascena es sunní. Igual que es sunní la burguesía alepina comercial, mercantil, del algodón y el tejido. Sunníes son los barrios superguays de Damasco, donde mujeres de negro shador pasean por los bulevares y galerías, con la chacha al lado llevándoles los niños y las compras. Nosotros siempre hemos criticado al Gobierno por el desequilibrio de inversiones urbanísticas y en cuidado de infraestructuras, a favor de la capital, municipio de composición demográfica casi totalmente sunní. Vaya esto para quienes establecen correlaciones falsas e irreales entre categoría socio-demográfica y confesión religiosa en Siria.     

De modo que los biopolíticos de las poblaciones han tenido que seguir tocando básicamente la tecla del exterior: hace dos semanas, un Ulema egipcio nos “sorprendía” con una fatua que reza algo así como que un alawí es el summum de lo impío y es de hombres de bien dedicarse a su matanza. El ulema concluía llamando a la Yihad mundial contra Siria para la aniquilación de los alawíes. De nuevo, “sorprende” que no llamen a la Yihad mundial contra Israel y para liberar Palestina, si pensamos en la importancia teológica de Jerusalén, tercera ciudad santa para el Islam después de La Meca y Medina. ¿”Fundamentalismo”?, ¿o, en cambio, Supremacismo gregario pseudo-”regeneracionista” recorriendo artificialmente el islam; fenómeno creado de fondo por el sionismo y sus think-tanks de estrategia?.

¿”Extremismo islamista”?, ¿o en realidad sionismo oculto?

Veamos la tragedia de los cristianos sirios: ellos habían vivido en Siria, generación tras generación, desde la evangelización por Pablo a su peregrinación a Damasco. Habían llegado a ser el 20% de la población del país, y hasta el inicio del asedio imperialista (2011) los cristianos sumaban entorno al 16%. Pero, por donde el ELS pasa, “no vuelve a crecer la hierba”: matanzas + desplazamientos. Total: del 16% hemos pasado a apenas 6%. La mayoría de desplazados han podido (mal menor) escapar al Líbano en lugar de tener que cruzar la frontera norte o sur hacia Turquía o Jordania. En Líbano tienen los cristianos sus parientes, pues la división Líbano-Siria fue “pura” partición colonial —una jugada de arreglo entre ingleses y franceses— que, aunque creó dos Estados de donde había uno, no pudo abolir por decreto la realidad material, y hoy las familias siguen siendo las mismas, algo palpable en los apellidos compartidos, los topónimos, las fiestas y conmemoraciones, etc.   

Contra la primera apariencia lógica, si miramos más detenidamente vemos que la ley coránica habla claro: con las denominadas “gentes del Libro”, con los dimmis (cristianos y judíos), el sometedor islámico tiene la obligación de respetarles la vida y el hábitat, aceptando su capitulación y cobrándoles, eso sí, un tributo discriminatorio. Pero estos barbudos de postal incumplen deliberadamente la shariia, programando el exterminio de los cristianos. ¿Cómo explicarlo?

Lo diré cuanto haga falta: queda estipulado en el Plan sionista de “Nuevo Oriente Medio” que Israel ha de ser el Estado más grande entre todos los comprendidos en la extensión geográfica que los sionistas llaman el “Eretz Israel” (Tierra Prometida entre los ríos Nilo y Éufrates). En esa línea precisa van sus agentes operantes en Siria: hacer trizas el Mundo Árabe en un amasijo invertebrado e interconfrontado de emiratos, sultanatos, microestados, protectorados de facto, etc. El Estado judío sólo hallará auto-”justificación” si se libra de ser puesto en contraste con entidades políticas de distinta composición. Si los sionistas reducen la razón de Estado al culto, la indignante excepcionalidad que Israel encarna podrá llegar a ser “una entre tantas”.

A su vez, parece paradójico el sepulcral silencio mediático occidental respecto del genocidio pautado de cristianos sirios, tratándose de quienes no pierden una oportunidad de “alertar” sobre “el peligro terrorista” y de rentabilizarlo espectacularizándolo. El aparente doble rasero es en realidad uno y coherente con la racionalidad política que engloba a sus periodistas: el hegemonismo yanqui-sionista se halla en curso de implementar un plan para la materialización real, en la total extensión del Mundo Árabe, del falso estereotipo que vertebra el retrato narrado por la ideología del “Choque de civilizaciones”. Para ello debe obrar por embutir en esa imagen estereotípica, la diversidad, complejidad sociológica, relaciones e interconfesionalidad reales allí donde son características de lo árabe, por ejemplo en Siria (todavía por el momento).

Hablando en plata, al hegemonismo yanqui y al bloque que le secunda les va de perlas convertir el Mundo Árabe en sociedades y políticas inoperantes y abstencionistas en materia de economía productiva (siendo, la “crematística” aristotélica, pecado). Así podrán hacer a los árabes dependientes respecto de las iniciativas inversoras que los infieles puedan tomar desde el exterior (tal y como ocurre con el Egipto de los Hermanos Musulmanes, ultraamordazado ya por el FMI tras los últimos “acuerdos” con Mohammed Mursi). Como resulta además que según la shariia, no ya la “crematística”, sino la mera percepción de interés o de tasa a la cesión o préstamo de recursos es también pecado...: ¡bingo! Estos títeres laissez-fairistas le salen gratis al hegemonismo. No venden a los pueblos y a las patrias árabes; los regalan.

La jugada imperialista queda completa al nivel de la superestructura ideológica: unas masas árabes por fin sujetas al rigorismo formal, de rodillas mirando a la Meca con la cabeza inclinada sobre la alfombra, entregada a buscar en el Corán y no en el Mundo, su historia y sus contradicciones, son el chollazo por antonomasia. Jamás harán sombra. Dependerán de los monopolios financieros para cualquier cosa. Todo lo necesitarán de fuera. Seres transmundanos y estoicos pero irremisiblemente sujetos a la existencia terrenal y sus necesidades materiales. La propiedad privada es sacralizada (es sagrada en la Sunna). Pero articular la propiedad privada bajo una razón de Estado que la fructifique es vano y aparta del trasmundo a los fieles. ¡¿Quién da más?!. Tengámoslo claro: la cosmovisión islamista es enemiga del llamado “occidente” en el espectáculo. Es su corcel de apuesta segura en la realidad.

Las lupinas sucursales en España del Imperialismo o del sionismo británico, vestidas con roja piel de cordero revolucionista

En Historia y consciencia de clase, dice George Lukács que el significado nuclear del revisionismo, en el nivel de la lucha ideológica, consiste en que el Imperialismo —”el capitalismo de nuestra época” (Lenin)— no pudo, a partir de cierto momento, seguir librando la lucha de ideas contra el marxismo manejando el sistema conceptual de su propia ideología burguesa (ya debilitada ante las masas). Así que tuvo que travestirse de marxismo para ganar la aquiescencia de masas a su curso en despliegue y a sus proyectos de opresión contra los países, las naciones, los Pueblos del Mundo, el proletariado.

Entendiendo a Lukács, ese gigante del materialismo histórico, del socialismo científico, de la dialéctica materialista, se entiende fácilmente que el Emirato de Qatar se haya gastado ya, en el tiempo que dura la agresión colonial contra Siria, alrededor de 3.000 millones de $ en “activistas revolucionarios” radicados en Occidente (y no estoy hablando del gasto, muy superior, en armar a “la revolución”).

Hablo de las “mujeres de negro”, denunciantes, ante la videocámara y ante los programas montados por la BBC, de haber sido violadas en Siria y haber podido escapar y exiliarse en Inglaterra; cuando, ni eran sirias, ni probablemente habían puesto pie.

Hablo, por lo mismo, del “activista revolucionario” Danny “el inglés”, sentado en Inglaterra igual que lo está el Observatorio “sirio” de Derechos Humanos, y quien se jactaba de recibir clandestinamente los videos que la “revolución siria” filmaba respecto de “las atrocidades del régimen”, para, desde su ordenador, ofrecérselos al mundo. Pero tales filmaciones resultaron ser novelería made in Qatar, tal y como en Doha el Emirato había copiado, meses atrás, la Plaza Verde libia, escenario que llenaba de “millares de libios antigadafistas”.

Y, cómo no, podría hablarse de España, país cuya población está ya muy quemada y escaldada, a lo que cabe añadir su experiencia de movilización, que fue masiva, contra aquel barullo imperialista prodestrucción de Irak (2003-2004). Por estos lares, venirle a la gente del Pueblo con lo de “las armas químicas en posesión y uso del dictador” no sueña ya a argumento, sino a chiste.

No digamos ya lo chistoso de venirle a la gente con que “en Siria hay un proceso de revuelta popular por la democratización”..., cuyas “fuerzas y personalidades” vienen a Madrid con el Ministro Margallo por anfitrión y a los escasos días se reúnen al norte de Siria con el Senador Republicano estadounidense McCain, quien había entrado por Turquía.

También va dando asco al español de a pie que le hablen, un caso tras otro, de la necesidad de ayudar, dar dinero, o intervenir directamente, por la Paz mundial, por la Civilización...

Con tanto hedor a muerto allí y allá, tampoco cuela mucho que se vaya a armar y a ayudar a los “rebeldes” o incluso a entrar declaradamente para mejor procurar la liberación y el desarrollo sirios.

Españolitos, pero no toooontos: ni siquiera hay muchos que se traguen ya, vista Libia, que hay que parar en Siria “al asesino de su propio pueblo”. Supuesto “Pueblo sirio” que fue aquel operante en Libia repleto de armas pesadas, y que, acabada la función, fue llevado a Siria a través de las fronteras turca, libanesa y jordana.

Ante una población “con la mosca en la oreja”, prerevuelta, asqueada, “de vueltas”..., como va siendo cada vez más la española, al imperialismo solamente le quedaba ya la carta en la manga de hablarle travestido de “revolución”, así que se encarna como social-imperialismo.

Pero era tanta la basura que se iba tapando bajo la alfombra que al final era ya, la basura, que tapaba a la alfombra. Y Abu Sakkar, el “héroe de Bab Amr” de febrero de 2011, quien comandaba a sus “revolucionarios” en los todavía “impolutos albores de la revuelta”, resultó ser un “ser” inmundo con gusto por las vísceras humanas. Y nadie podrá decir que él era del “lado malo” (Jabaht al-Nusra, al-Qaida, salafistas, takfiríes...), pues fue, desde aquellos inicios cantados en lírica por los “activistas españoles”, perteneciente y Comandante del Ejército Libre de Siria, una “fuerza opositora” dizque “laica y moderada”. Bien puede observarse el derroche de amplitud de miras en sus propios videos, y no me refiero al extremo esperpéntico ofrecido por el personaje, sino a cualquier video del ELS autograbado y subido a la red: vean por ustedes mismos, su léxico no sale del “¡Allahu Akbar!” “Allahu Akbar” para todo. Estos “laicos” del ELS fueron a comprar a una tienda de robots de la CIA, y les vendieron las pilas. Por lo demás, contra el país y por matar sirios, estos esclavos cerebrales sí que se juntan físicamente con al-Qaida: disparan todos en línea.

Abu Sakkar fue visto por última vez en al-Qsair, donde los colonos procedieron a echar a 19-20 de sus habitantes, mientras, al amparo y dotación israelíes, más colonos se internaban (algunos de ellos conduciendo Jeeps militares en el stock de la Tsahal) hacia la ciudad desde la zona teóricamente desmilitarizada del Golán ocupado por la entidad sionista. Pero, a todo esto, los “activistas españoles” erre que erre, llamando “ciudad mártir” a al-Qsair. Y tan mártir..., pero de ellos.

Desde hace tres días y en estos momentos, a estos mismos, quienes han huido a sus bases escaldados desde Qsair, Israel los vuelve a lanzar, esta vez contra Qneitra (Golán no ocupado). Micro-buses israelíes recogían a los “rebeldes” heridos ayer y hoy, trasladándolos a los “territorios” ocupados para hospitalizarlos. Una enfermera israelí gritaba de espanto y en una unidad de urgencias, al ver que uno de sus “pacientes” llevaba una granada guardada en el bolsillo del pantalón. Tuvo que evacuar toda la planta; un contratiempo para el Mossad.

Póngase en relación: hace un par de semanas George Sabra (CNS) y el General Salim Idriss (ELS) llamaban a dúo a todos los efectivos “rebeldes” a centrarse en defender su en ese entonces plaza fuerte de Qsair. Pero Qsair, ciudad donde los Abu Sakkar y el ELS aspiraban a establecer su cuartel general tras la fallida de Bab Amru (en Homs), era “también” el destino de posicionamiento para decenas de miles de salafistas libios, tunecinos, egipcios, y por supuesto libaneses. Qsair, puerta urbana a Siria desde Líbano.

Pues bien: en simetría, y un día antes de la escritura de estas líneas, el principal miembro de al-Qaida que desde Pakistán se dedica a la táctica sobre Siria, llamó al mayor número posible de unidades “rebeldes” (sin distinción) a acudir juntas al Oeste del país de cara a hacerse con el control de Qneitra. Al mayor número posible de unidades: gran autoridad la suya para la convocatoria. ¿Separación entre “fuerzas opositoras”, o varios tentáculos en alianza-competencia pertenecientes al mismo motor? Sólo dos datos: 1) el Congreso Nacional Sirio se funda en la “Conferencia” de Doha, Qatar; 2) Dada su composición efectiva al 80%, el “Ejército Libre de Siria” es un nombre para no decir “Hermandad Musulmana”, nombre, éste último, “arruinaprimaveras” y que, por tanto, suena nada “activista”.        

Por lo demás, quien más y quien menos va abriendo los ojos al leer a los propios medios de “información” imperialistas, que cavan su propia fosa de credibilidad. Como la cosa en los combates no va bien para los colonos, dichos medios llevan semanas intentando persuadir a la opinión pública de que es una gran cosa el actual proceso  político occidental por aumentar aún más el avituallamiento armamentístico y financiero al ELS. El argumento machacado es el que sigue: “Están multiplicándose las deserciones entre efectivos del ELS, comparativamente inferiores de equipamiento y fondos, quienes se incorporan a las brigadas de al-Qaida, dotadas con gran generosidad por los saudíes” (y no dicen aquí que también por la CIA). “Los progresistas y controlados se pasan a los peligrosos, así que más le valdría a la Unión Europea mantenerles contentos en su lugar positivo”. Pero bueno... ¡Pero bueno!. ¡¿Qué es esto!? La prensa del sionismo nos cree gilipollas. O sea: que, al decir de los medios, se supone que unos “buenos hombres” que profesan una ideología “diferente”, van con ligereza pasándose a Al-Qaida de la noche a la mañana porque en sus filas se cobra mejor y circulan más misiles Stinger. Entonces, señores, la conclusión es: o los armados del ELS no serán tan “diferentes” siendo que van cambiándose al viento del pragmatismo..., o bien toda su “ética” es la del mercenario. 

Israel, 1948. ¿República “Libre” de la Siria Este, 201Y...?

¡Entonces, despertemos ya, no más ceguera!: igual que el Imperialismo británico prometió Israel a los sionistas, ahora a estos rudos agentes actuales del sionismo, el Imperialismo estadounidense, que es quien tiene fuerza para trazar e imponer nuevos diseños político-demográficos, les ha prometido una entidad política “privada” (aunque en la práctica —no sueñen— poco más que un protectorado con confluencia de influencias turca, qatarí y saudí, y, no se dude, con presencia militar yanqui permanente).

Lo de menos es que el engendro cortado a medida pueda llamarse Emirato, República Rebelde de Siria, República Libre y Demócrata de Siria, o flores de Fantasía de Primavera.

Esta última fantasía, precisamente por ser alucinación subjetiva, yace al servicio objetivo inconsciente de una realidad objetiva cruel y brutal, que se ríe de esos idealizadores occidentales suyos. Deformadores inconscientes que, sin darse cuenta, forman parte del proceso real reaccionario, cumpliendo su función concreta en el rodar general del mismo, al dotar al proceso real, ante oídos aún más crédulos que los suyos, de un “suplemento de alma estética, floreada y posibilista”.

Pues, ante sí mismos y sus conciencias, y ante la opinión pública honestamente progresista o hasta revolucionaria a la que envenenan, la idealización de lo crudamente monstruoso es el corazón artificial de un mundo sin corazón. Es el suspiro de la criatura en pena. Es guirnaldas de flores puestas a las cadenas de dominio hegemonista yanqui-sionista sobre los países, las naciones y sus pueblos. Es el opio del pueblo, ávido, en su consumismo, de escuchar de “revoluciones” y de “rebeliones” “allí”, para quedarse pancho, ensofado, babeando y autocomplacido “aquí” después de vibrar con la catarsis a distancia.   

Igual que el sionismo vació por la fuerza a Palestina de su población y usurpó la tierra, el hábitat y la vida USANDO el "judaísmo", ahora el sionismo usa ciertas derivas del "islam" extrañas a los sirios (aunque también les anduvieron predicando y manipulando a creyentes sirios durante décadas escudados en SUS mezquitas y en la permisividad democrática por parte del Estado sirio laico, quien erróneamente se mantenía al margen en nombre de la libertad religiosa y de reunión).

“Doctrinas” pseudo-”puristas” que desde los centros imperialistas han sido manufacturadas artificialmente. Así ponen a dominar la tierra siria, a colonos adoctrinados y lavados de cerebro por su “experiencia” previa en los campos de entrenamiento y en las mezquitas donde han hablado años y años los xeihs y los ulemas domesticados por quienes financiaban su tejido teológico en expansión (“primavera árabe”).

Ésta última, aquí y allá, no ha sido más que otro nombre revival de síntesis para: 1.o “plan británico de creación de la Hermandad Musulmana”, 1922: atrasar a través del islamismo domesticado; 2.o “Doctrina Ben Gurión”, 1950: dar miedo a occidente y hacerlo depender psicológicamente de Israel, a través del islamismo domesticado. 3.o “Doctrina Brezinski”, 2010: conciliar Israel con su archienemigo potencial árabe haciendo a los árabes totalmente dependientes del crédito USA-FMI a través de entronizar un islamismo abstencionista en desarrollo de economía interna propia.

Tamer Sarkis Fernández,

Vicedirector de Diario Unidad

 

ANEXO

Mensaje de Resistencia Siria al llamado “Ejército Libre de Siria” (colonos del proyecto turco neo-otomano)

(Original en lengua árabe).


Montañas del Noroeste, Provincia de Latakia, Siria:

La Resistencia Siria tomará venganza de cada opresor. Dará caza a cada corrupto, traidor y quintacolumnista infiltrado a través de no importa qué frontera, enviado a Siria por Erdogan y su jauría expansionista neootomana.

La Resistencia Siria, los hijos de Siria, los hijos de la tierra, hijos de una civilización que cuenta con 7000 años de antigüedad no van a permitiros colonizar esta tierra, destruirla ni incendiarla. Os seguimos el rastro: ¡todos nosotros!

Esta es la costa del Pueblo del Levante mediterráneo. Esta costa ha dado a la Humanidad, consecutivamente, varias civilizaciones. Hace muchos milenios, el ser humano valoró que asentándose aquí podía gozar de una vida digna, y creó sobre esta tierra muchas civilizaciones. Desde los antiguos días de los sumerios, y de otros que hubieron venido ya antes, hasta el día de hoy, civilización tras civilización, la identidad de Siria ha ido evolucionando y enriqueciéndose, como un crisol, en el mosaico diverso que la compone y la comprende, en su multiplicidad de formas y de colores.

¡Vosotros, opresores, cuyas cabezas están huecas!, ¡vosotros, traidores!, ni soñéis descender a través de la costa siria y sobre Latakia. La costa entera os sigue la huella. La costa, con la Resistencia Siria y sus milicianos, os tiene el ojo encima. Estamos todos preparados para alcanzaros. ¡Siempre preparados!

¡Ay, Siria, amada mía, me diste la dignidad, me diste el viento y mi propio ser! 

       

Resistencia Siria (Muqáwama Suriia)


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