En el caso del avión presidencial del mandatario boliviano Evo Morales, el Gobierno de ese país tildó la actitud del ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, de "prepotente" e "inmoral", por haber dicho que su país "no tiene que pedir ninguna disculpa a Bolivia".
"Calificamos esa actitud del canciller de España no solamente como una actitud prepotente, como si todavía estuviéramos retrotrayéndonos en la historia más de 500 años atrás, donde éramos sus colonias, donde estábamos subyugados por estos países, sino que además la calificamos como una actitud inmoral", declaró el ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero.
Como se sabe, el avión de Morales se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Viena ante la negativa de varios países europeos de permitirle cruzar sus cielos, ante el rumor de la posible presencia en la nave de Edward Snowden, extécnico de la CIA que dio a conocer al mundo el espionaje perpetrado por los Estados Unidos, país que busca capturarlo.
Bolivia consideró una ofensa que España, a través de su embajador español en Viena, Alberto Carnero, pretendiese subir al avión a registrar si se encontraba allí Snowden. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy recuerda que nunca se le cerró el tránsito aéreo ni el aterrizaje y que se le facilitó una escala en las islas Canarias.
El ministro boliviano culpó al Gobierno de los Estados Unidos de ser "el principal responsable" por lo que le hicieron estos países europeos. . "Cuando el patrón les impone, no hay ninguna defensa de la democracia, ni de los tratados, menos de los derechos humanos. No se puede entender que algunos países de Europa sean fieles sirvientes del Gobierno de Estados Unidos", señaló.