Arabia Saudita continúa siendo un país que viola todos los principios democráticos y perpetra infinidad de discriminaciones por razón de creencia o género, pero los Estados Unidos hacen la vista gorda por ser un régimen servil, mientras que en otros países donde hay más respeto al ser humano arremeten (con el pretexto de la falta de democracia o respeto los derechos humanos) para desestabilizar y derrocar gobiernos si dan muestras de soberanía.
En este contexto tiene lugar un episodio más de pisoteo de los más elementales derechos humanos en Arabia Saudita, donde un hombre acaba de ser condenado a recibir 300 latigazos por pedir democracia.
La valiente víctima, que actuó en una tiranía se llma Omar al Saeed y había estado promoviendo el establecimiento de una monarquía constitucional empleando documentos y volantes que repartía en algunos lugares.
Cuando fue detectado por las autoridades, le abrieron un proceso judicial sin abogado defensor, donde fue condendo también a cuatro años de cárcel, además de los latigazos, informan diversas agencias de noticias.
La Asociación de Derechos Civiles y Políticos (ACPRA), donde milita el condenado, ha solicitado ayuda internacional e informa que Omar al Saeed es el cuarto miembro de la ACPRA encarcelado en lo que va de año.