Mijaíl Kaláshnikov, un hombre-leyenda cuyo apellido se asociará para siempre y en todo el mundo con el arma que creó, el fusil de asalto AK-47, falleció a la edad de 94 años.
Kaláshnikov murió en un hospital de la ciudad de Izhevsk, dijo el portavoz del presidente de la república rusa de Udmurtia, Víktor Chulkov, citado por la agencia Itar-Tass. Kaláshnikov será enterrado en Izhevsk, donde se encuentra la primera fábrica de fusiles de asalto AK-47.
El 17 de noviembre, Kaláshnikov fue hospitalizado debido a una hemorragia gástrica.
El presidente Vladímir Putin ha expresado sus condolencias a los familiares de Kaláshnikov, informa el servicio de prensa de Kremlin.
Nacido en 1919, Kaláshnikov fue el decimoséptimo hijo en una familia de campesinos ricos. Cuando tenía 11 años, toda su familia fue deportada a Siberia.
A medida que URSS comenzó a movilizarse de cara a una posible guerra, Kaláshnikov decidió entrar en una brigada de tanques. Le permitieron crear varias modificaciones -un contador de disparo del tanque, un medidor de tiempo de ejecución- que después fueron adoptadas en todo el Ejército Rojo, y le hicieron famoso.
Durante varias décadas el padre del AK-47, y una amplia familia de armas desarrolladas a partir de su famoso fusil, ocupó el puesto de jefe de la oficina de diseño en la planta de armas ligeras de Izhmash, de la ciudad rusa de Izhevsk.
El teniente general Mijaíl Kaláshnikov tuvo una exitosa carrera militar. Obtuvo numerosos premios y títulos por sus invenciones, entre los cuales están el de Héroe de la Federación de Rusia, la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, la Orden Patriótica de la Guerra de Primera Clase y la Orden de la Estrella Roja.
Su fusil de asalto AK-47, que ya tiene más de 60 años, está considerado el mejor del mundo en su categoría.
Fue diseñado en 1947 y dos años más tarde se inició su fabricación a gran escala. Muy pronto se convirtió en la principal arma ligera del Ejército soviético.
La URSS primero armó con el AK-47 a sus aliados en Europa Oriental y luego lo exportó a todos los continentes. A día de hoy se han fabricado a nivel mundial 100 millones de unidades.
El arma se puede sumergir en el agua y lanzar al barro sin que su seguridad y fiabilidad se vean afectadas. El kaláshnikov adquirió gran popularidad en todo el mundo y supuso el inicio de una nueva época en la fabricación de armas.
Es el único fusil de asalto que figura en una bandera y escudo nacionales, los de Mozambique, ya que gracias a esta arma el país logró su independencia. Podemos ver su silueta también en el escudo de Zimbabue y en el de Timor Oriental desde el año 2007. El AK-47 aparece igualmente en la bandera de la organización islamista chií Hezbolá.
El fusil se ha extendido tanto por todo el mundo que es el que más víctimas ha causado en la historia de la humanidad.
Mijaíl Kaláshnikov escribió en sus memorias: "A menudo me preguntan si estoy contento con lo que me ha deparado la vida. Estoy contento. Estoy contento de haber dedicado toda la vida a algo que era necesario para el pueblo. Claro, un arma no es un tractor, una sembradora o un arado. Con un arma no se puede arar la tierra ni cultivar cereales. Pero sin ella uno no podrá defender su tierra natal, no podrá proteger la patria y a su pueblo". Foto: PRAKASH SINGH / AFP
Russia Today, 23.12.2013