mario vargas llosa 13Por Alejandro Sánchez-Aizcorbe

 Y, lógicamente, los confundidos, desinformados o vendidos entran en trompos espectaculares, sacachispas, liderados por Mario Vargas Llosa, el módico operador.

 

No permitamos sirias ni ucranias en América Latina. Ya habemos suficiente con Colombia, México, Perú y buena parte de Centroamérica.

Los halcones que pretenden gobernar el mundo no tienen ni el menor escrúpulo en que Venezuela se convierta en Siria, Ukrania o Egipto, por mencionar tres casos patéticos. Para ello utilizan a los decapitadores, comedores de órganos y violadores de moribundos y a sus dirigencias, entrenados en escuelas de cuadros perfectamente establecidas, con campos de práctica en Colombia, Honduras, Siria, Egipto, Libia, Afganistán, etcétera.

Al neoliberalismo o neoconservadorismo no se le puede pedir ni un ápice de ética. No nos hagamos ilusiones. En Venezuela ya están utilizando a neonazis o ultraderechistas, apadrinados solapada o directamete por los medios de comunicación y sus módicos escritores.

Total, si después de derrocado el gobierno de Maduro los ultraderechistas molestan mucho, los asesinan. Como acaban de asesinar a Olexander Muzychko, criminal de guerra y ultranacionalista ucraniano que con su organización de delincuentes estuvo en las primeras filas del golpe de estado en Ucrania. Hace pocos días, el señor Muzychko anunció que el nuevo gobierno lo iba a liquidar. Su predicción se cumplió hace pocas horas. Aparte de cometer crímenes de guerra en Chechenia, Muzychko declaró que se pasaría la vida matando rusos, comunistas y judíos.

Lo que desorientados y desorientadas deben pensar, porque vendidos y operadores módicos no tienen cura ni moral, es lo que queda de los países después de las intervenciones o de que sus gobiernos pierden toda traza de independencia. Ahí están los territorios arriba mencionados, verdaderos cotos de caza y polígonos para el entrenamiento de terroristas, “pilotos” de drones, hordas y ejércitos privatizados o mercenarios (free lances, en viejo inglés). Ahí está el cartel de Sinaloa, sólidamente establecido en el Perú.