Soberbio senador chileno provoca sanción a carabineros
La opinión pública chilena se encuentra indignada con la actitud del senador Guido Girardi que solicitó y obtuvo una sanción para dos carabineros que lo interceptaron por conducir con exceso de velocidad.
La opinión pública chilena se encuentra indignada con la actitud del senador Guido Girardi que solicitó y obtuvo una sanción para dos carabineros que lo interceptaron por conducir con exceso de velocidad.
Según El Mercurio, el senador se quejó porque los carabineros no le dispensaron un trato preferencial por su condición de legislador y adujo que su chofer mostró su credencial parlamentaria, pero que los carabineros no quisieron verla.
No obstante, surgen contradicciones entre las declaraciones del senador Guido Girardi (PPD) y la investigación realizada por Carabineros respecto de detalles que rodearon la citación por exceso de velocidad. El comandante Rozas, en una televisora chilena, afirmó que el procedimiento del carabinero era correcto por haber impuesto la infracción, pero hubo faltas al protocolo que deben mantener los carabineros hacia los legisladores, aunque no las precisó.
El parlamentario se quejó a la subsecretaria de Carabineros, Guirardi diciendo que otros funcionarios incurrían en exceso de velocidad, pero que no los detuvieron.
Finalmente, los dos días de arresto para el cabo 2.º Marcos Díaz Sandoval quedaron en una reprensión escrita; mientras que el arresto para el carabinero Claudio Gómez, se cambió a amonestación del superior. Ambas sanciones van a la hoja de vida del funcionario, pero no le impiden ascenso.
El Mercurio informó una de las faltas que se atribuye a los dos funcionarios es afirmar que el auto tenía vidrios polarizados, por lo que no distinguieron al senador, lo que finalmente se comprobó que era falso.
Incluso si los carabineros no hubiesen aceptado leer la credencial de Guirardi, y si hubiesen dicho una exactitud acerca de las lunas polarizadas, resulta incomprensible que un parlamentario, que debería ser el primero en respetar la ley, busque más bien una sanción para un par de sencillos carabineros que cumplían su deber, lo cual más que queja parece represalia.
Esperemos que el mal ejemplo no cunda por estos lares peruanos. No vaya a ser que los legisladores nacionales comiencen a pretender, con poca vergüenza, que después de transgredir la ley se les otorgue “tratos preferenciales” o que les hagan reverencia, pues ellos son mantenidos por los contribuyentes y todos somos iguales ante la ley, además, su falta ya bastante trabajo quita a los empleados públicos.
No obstante, surgen contradicciones entre las declaraciones del senador Guido Girardi (PPD) y la investigación realizada por Carabineros respecto de detalles que rodearon la citación por exceso de velocidad. El comandante Rozas, en una televisora chilena, afirmó que el procedimiento del carabinero era correcto por haber impuesto la infracción, pero hubo faltas al protocolo que deben mantener los carabineros hacia los legisladores, aunque no las precisó.
El parlamentario se quejó a la subsecretaria de Carabineros, Guirardi diciendo que otros funcionarios incurrían en exceso de velocidad, pero que no los detuvieron.
Finalmente, los dos días de arresto para el cabo 2.º Marcos Díaz Sandoval quedaron en una reprensión escrita; mientras que el arresto para el carabinero Claudio Gómez, se cambió a amonestación del superior. Ambas sanciones van a la hoja de vida del funcionario, pero no le impiden ascenso.
El Mercurio informó una de las faltas que se atribuye a los dos funcionarios es afirmar que el auto tenía vidrios polarizados, por lo que no distinguieron al senador, lo que finalmente se comprobó que era falso.
Incluso si los carabineros no hubiesen aceptado leer la credencial de Guirardi, y si hubiesen dicho una exactitud acerca de las lunas polarizadas, resulta incomprensible que un parlamentario, que debería ser el primero en respetar la ley, busque más bien una sanción para un par de sencillos carabineros que cumplían su deber, lo cual más que queja parece represalia.
Esperemos que el mal ejemplo no cunda por estos lares peruanos. No vaya a ser que los legisladores nacionales comiencen a pretender, con poca vergüenza, que después de transgredir la ley se les otorgue “tratos preferenciales” o que les hagan reverencia, pues ellos son mantenidos por los contribuyentes y todos somos iguales ante la ley, además, su falta ya bastante trabajo quita a los empleados públicos.