El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, firmó hoy los decretos que ordenan el cierre de la prisión de Guantánamo y prohíben las prácticas de tortura de la CIA en los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo, acto que siguió a la solicitud de Obama de suspender los tribunales militares de Guantánamo.
No obstante, la medida no es inmediata, sino que deberá ejecutarse en el plazo máximo de un año, mientras dispondrán de los 245 presos de esa cárcel.
A ello se agrega la orden de cierre de las prisiones clandestinas, instaladas por el gobierno de George W. Bush, que mantiene la CIA, que también ya está prohibida, con este nuevo gobierno, de torturar a los sospechosos de terrorismo.
Durante la gestión de Bush la CIA estuvo secuestrando personas en diversos países, para recluirlas en prisiones secretas, hecho que contó con la complicidad de algunos funcionarios europeos y que fue materia de escándalo tras salir a luz.
En el nuevo decreto se establece que la situación de cada uno de los prisioneros será objeto de un “reexamen rápido y meticuloso” y que todos ellos contarán con la protección de las Convenciones de Ginebra, que Bush les había negado.
Parte de los reclusos serán liberados y otros serán procesados ante tribunales estadounidenses. Un tercer grupo de los detenidos, que son considerados peligrosos deberá esperar “medios jurídicos” apropiados.
Los tribunales militares son de excepción y fueron creados en 2006, pero violaban los derechos de la defensa.