Lula Da Silva y los negocios inclusivos
Por Juan Sheput
Para nadie es un secreto que Lula, el presidente de Brasil, es un genio político. Su 84% de popularidad, la práctica desaparición de la oposición y el apoyo real de pobres y ricos así lo demuestra.
Lula ha hecho de la educación uno de los ejes del desarrollo. Sabe perfectamente que la inversión en ciencia y tecnología le dará sostenibilidad al desarrollo de Brasil. Ha hecho de su política ambiental una práctica conservadora a diferencia de sus pares que, como el peruano, ha optado por la pequeñez del remate de bosques y reservas naturales.
Pero una de las cosas que me ha llamado la atención es la forma como Lula conoce y trabaja con negocios inclusivos. Estos, los negocios inclusivos, parten de la premisa que el pobre tiene capital, mínimo pero tiene, para poder gastar. Por tanto se crean productos específicos para ellos. En el Perú hay algunos ejemplos que van desde la informal venta de cigarrillos por unidad hasta la creación de sachettes para el champú o la recarga de teléfonos móviles de un sol.
En Brasil un pobre puede abrir una libreta en un banco con 4 euros, 6 dólares, casi 20 soles y no sólo eso sino poder tener acceso a una tarjeta de crédito para poder consumir y así participar de los beneficios del crecimiento económico. En Brasil el programa funciona porque al frente han puesto a ciudadanos calificados y probos y cuentan con una participación en apoyo del sistema universitario. En nuestro país, en manos por el momento de una dirigencia apegada a los faenones, esto por el momento es impensable.
En todo caso sería bueno que las empresas privadas empiecen a ver en los negocios inclusivos una real fuerza de responsabilidad social, sobre todo en momentos como los actuales en que estamos ad-portas de una grave situación económica.