Los ataques aéreos rusos contra posiciones terroristas en la ribera oriental del ‎Éufrates, en el este de Siria, han causado la muerte de 304 terroristas.‎

“Las bajas confirmadas de los terroristas son de 304 muertos y más de 170 heridos”, ha anunciado este martes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, aludiendo a los ataques realizados en los últimos dos días.

Avión de combate ruso Sujoi Su-34.

 

De acuerdo con el portavoz militar, los bombardeos realizados por aviones de la Fuerza Aeroespacial de Rusia tenían como blanco las posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

Ha confirmado, a su vez, que las bajas incluyen a siete jefes militares de diversos rangos de la banda terrorista takfirí, entre ellos un kazajo que coordinaba las operaciones de diferentes grupos en el valle del Éufrates.

Konashenkov ha precisado que estos bombardeos aéreos acabaron con una base de entrenamiento en la que había hasta 40 combatientes llegados del Cáucaso ruso.

Además eliminaron a un grupo móvil de francotiradores, tres centros de mando, nueve puestos fortificados, ocho carros de combate, tres sistemas de artillería, 17 camionetas artilladas y cuatro depósitos de municiones.

Para acabar, ha explicado que las “eficaces” operaciones aéreas de la Aviación Rusa han permitido el avance de las fuerzas sirias, quienes, por su parte, consiguieron expulsar a los extremistas takfiríes de la ribera oriental del Éufrates.

Actualmente, Moscú mantiene su presencia militar en Siria en el marco de la operación aérea lanzada en septiembre de 2015 a solicitud de Damasco para detener el avance de los grupos terroristas que actúan en suelo sirio.

La crisis siria sin precedentes que ya ha cumplido seis años ha dejado más de 465 000 muertos y desaparecidos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).