La batalla de Stalingrado se convirtió, tras la rendición alemana el 2 de febrero de 1943, en un presagio de victoria del Ejército soviético sobre las tropas nazis.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció este jueves un discurso en un concierto de gala con motivo del 80.º aniversario de la victoria en la batalla de Stalingrado, en el marco de su visita a la ciudad rusa de Volgogrado.
Marcando la hazaña del pueblo de la URSS en el enfrentamiento con la Alemania nazi y sus aliados, destacó que Stalingrado “se ha convertido para siempre en un símbolo de invencibilidad” de la nación rusa.
“Ahora mismo, lamentablemente, vemos que la ideología de nazismo ya en su moderna manifestación vuelve a amenazar directamente a la seguridad de nuestro país”, indicó Putin.
El presidente afirmó que en actualidad Rusia vuelve a tener que oponer resistencia a la agresión de Occidente colectivo.
“Parece increíble pero es verdad: vuelven a amenazarnos con tanques alemanes Leopard que llevan [las mismas] cruces en sus lados”, resaltó.
El jefe de Estado señaló que se vuelve a intentar luchar con Rusia en la tierra de Ucrania con manos de seguidores de Hitler y del nacionalista ucraniano Stepán Bandera.
“Aquellos que arrastran a los países europeos, incluida Alemania, a una nueva guerra con Rusia y lo declaran irresponsablemente como un hecho consumado, quienes esperan derrotar a Rusia en el campo de batalla, al parecer, no entienden que la guerra moderna será diferente en absoluto”, dijo.
“No estamos enviando tanques a sus fronteras pero tenemos con qué responder y este caso no se limitará al uso de equipos blindados, todos deben entenderlo”, advirtió.
Putin recordó que “la tenacidad de los defensores de Stalingrado es una importante referencia moral para el pueblo ruso y nuestros soldados y oficiales la siguen”.
“La continuidad generacional, los valores y tradiciones son lo que distingue a Rusia y nos hace fuertes y seguros de nosotros mismos, nuestra razón y victoria”, afirmó el mandatario felicitando al público con motivo del aniversario de la victoria de la batalla de Stalingrado.
Por su parte, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, comentó a la prensa las declaraciones de Putin sobre la respuesta potencial de Moscú a los suministros occidentales de armas a Ucrania.
“[Esto significa] que Rusia [tiene] el potencial, y a medida que aparezcan nuevas armas entregadas por el Occidente colectivo, Rusia utilizará de manera cada vez más completa el potencial que tiene en su operación militar especial”, manifestó.
Asimismo, durante la visita el mandatario ruso depositó una ofrenda floral ante la llama eterna en la Sala de la Gloria Militar del Museo de la Batalla de Stalingrado. Además, Putin se reunió con representantes de organizaciones patrióticas y juveniles y con el gobernador de la provincia de Volgogrado, Andréi Bocharov.
La batalla de Stalingrado, que tuvo lugar del 17 de julio de 1942 al 2 de febrero de 1943 en las actuales regiones rusas de Vorónezh, Rostov y Volgogrado y en la república de Kalmukia, fue un punto de inflexión en la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial. El acontecimiento se convirtió, tras la rendición alemana el 2 de febrero de 1943, en un presagio de victoria del Ejército soviético sobre las tropas nazis.
La batalla continuó 200 días a orillas de los ríos Don y Volga, y luego cerca de Stalingrado (la actual Volgogrado) y en la propia ciudad. Más de 2,1 millones de personas participaron en esta batalla en ambos bandos en diferentes fases de los combates.
Durante la batalla de Stalingrado, el Ejército soviético eliminó aproximadamente una cuarta parte de todas las fuerzas de la coalición de Hitler que operaban en el frente soviético-alemán. Las pérdidas totales de las tropas nazis fueron más de 1,5 millones entre muertos, heridos, prisioneros de guerra y desaparecidos en combate.
RT, 02.02.2023