El presidente de Rusia, Vladímir Putin, participó en la 20 sesión anual del Club Internacional de Debates Valdái en la ciudad rusa de Sochi, que se celebró bajo el lema “Una multipolaridad justa: cómo garantizar la seguridad y el desarrollo para todos”.
El mandatario pronunció un largo discurso y respondió a muchas preguntas, repasando los asuntos clave, tanto de la política exterior e interior del país, como de la agenda internacional.
Como tema subyacente, que impregnó toda la intervención del líder ruso, estuvo la lucha contra las secuelas del colonialismo y el fortalecimiento de un mundo multipolar.
El presidente expresó el deseo de que “la diversidad del mundo no solo se preserve, sino que también sea el fundamento del desarrollo universal”, así como destacó la necesidad de “prohibir imponer a cualquier país o pueblo formas de cómo vivir y cómo sentirse”.
En opinión de Putin, “solo la verdadera diversidad cultural y de civilización garantizará el bienestar de personas y equilibrio de intereses”.
NUEVO ORDEN MUNDIAL
En su discurso, Putin llamó a Occidente a abandonar lo que calificó de “mentalidad colonial”, cuya época terminó hace mucho tiempo y no volverá jamás.
Denunció que los líderes occidentales se comportan de manera irresponsable y se guían por intereses a corto plazo.
“La autosuficiencia de nuestros, así llamados, 'socios' occidentales ya no tiene límites. Estados Unidos y sus 'satélites' tomaron el rumbo a la hegemonía militar, política, económica, cultural e, incluso, la hegemonía moral”, indicó el mandatario.
Desde el punto de vista de Putin, el mundo, que ha experimentado “cambios colosales” en los últimos 20 años, es demasiado complejo y diverso para encajar en un solo esquema.
Rusia, continuó, se enfrenta a la tarea de “construir un nuevo mundo”, a la que procedió tras la caída de la Unión Soviética.
“Lamentablemente, algunos no entendieron nuestra disposición a una interacción constructiva. Lo vieron como una sumisión, como un acuerdo de que el nuevo orden será construido por aquellos que se declararon vencedores en la Guerra Fría”, explicó el líder ruso.
Aseguró que Moscú está listo para una interacción constructiva con todos los países “que buscan la paz y la prosperidad”, así como para contrarrestar a los que “profesan los principios del dictado y la violencia”.
REORIENTACIÓN Y PROPUESTAS DE CAMBIOS
Analizando las relaciones entre Rusia y los países europeos, Putin destacó que no es Rusia sino Europa quien está levantando un nuevo telón de acero “en su perjuicio propio”.
En opinión del mandatario, el mercado europeo está “moribundo” y ahora su país está interesado en aumentar la “presencia en los mercados en crecimiento en otras partes del mundo, incluyendo los de Asia”.
Entre otros cambios, Putin propuso aumentar el peso de la India, Brasil y Sudáfrica en la política mundial, destacando que estos países deben estar representados en el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Su peso en la toma de decisiones clave debe aumentar, pero, por supuesto, hay que hacerlo de tal manera que haya un consenso sobre estos cambios, para que no se destruya el régimen legal existente”, remarcó.
En opinión del líder ruso, hay que “seguir el camino de los cambios del derecho internacional, basados en las realidades actuales”.
En lo referente al grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), Putin consideró que por ahora la asociación no necesita una moneda única.
“Lo que tenemos que hacer es establecer un sistema de pagos y crear la logística financiera para efectuar los pagos en monedas nacionales, entendiendo qué pasa con nuestras monedas nacionales, tener en cuenta los indicadores macroeconómicos de nuestra economía y los procesos inflacionarios (...) Es una situación compleja, pero tiene solución”, matizó.
CRISIS EN UCRANIA
En cuanto a la crisis ucraniana, Putin reiteró que la operación militar rusa en Donbás está motivada por la necesidad de proteger a la población de esta región.
“No iniciamos la llamada guerra en Ucrania, al contrario tratamos de acabarla”, aseveró.
El líder ruso dijo que “una paz duradera se establecerá solo cuando todos se sientan seguros y entiendan que su opinión es respetada y que hay equilibrio en el mundo”.
En opinión de Putin, Europa solo puede ayudarle a Ucrania a costa de un mayor deterioro de la economía europea y del nivel de vida de sus ciudadanos. A este respecto, mencionó que las principales economías de Europa están estancadas, salvo las de España e Italia.
Si bien el posible ingreso de Ucrania en la OTAN amenaza directamente la seguridad de Rusia, el mandatario subrayó que su país nunca se ha opuesto a los planes del Estado vecino de unirse a la Unión Europea.
Rusia, puntualizó, no ve ninguna amenaza militar “en la interacción económica de cualquier país y uniones económicos”.
LA ÚLTIMA ESPIRAL DE TENSIÓN EN NAGORNO KARABAJ
Hablando de los recientes acontecimientos en el Cáucaso Sur, Putin recordó que Armenia reconoció ella misma a la región de Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán en 2022.
El mandatario, asimismo, dijo que Rusia utilizó todos los mecanismos desde el punto de vista jurídico para brindar apoyo humanitario a Nagorno Karabaj.
Según Putin, los países occidentales ya debían de enviar ayuda humanitaria a los habitantes de Nagorno Karabaj, y también pensar en su destino a largo plazo.
Además de eso, expresó la esperanza de que Azerbaiyán se rija por los principios humanitarios con respecto a los exlíderes de Nagorno Karabaj, entre ellos Rubén Vardanián –uno de los exministros de la república autoproclamada–, quien, según recordó el mandatario ruso, renunció a la ciudadanía rusa.
Putin señaló que Moscú “siempre” ha pedido y sigue pidiendo a Bakú perdonar al Gobierno antiguo de Nagorno Karabaj, añadiendo que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, garantiza la seguridad y derechos de la población armenia “en todo caso”.
TEMA NUCLEAR
En lo que respecta a otro tema de particular interés, el nuclear, el líder ruso aseguró que no existe la necesidad de rebajar el umbral nuclear de Rusia, dado que nadie en su sano juicio atacaría al país que dispone de ese tipo de armas.
“No existe situación alguna, en la que hoy en día algo amenace la estatalidad rusa y la existencia del Estado ruso”, manifestó.
A continuación, Putin informó de una exitosa prueba del misil de crucero de propulsión nuclear y alcance global Burevéstnik, así como de los completados trabajos en el misil superpesado Sarmat, que entrará en servicio en un futuro próximo.
Además, el presidente no descartó la posibilidad de que Rusia revoque la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN) puesto que Estados Unidos nunca llegó a ratificarlo. La iniciativa será examinada por la mesa directiva de la Duma rusa durante su próxima reunión, prevista para el 9 de octubre.
PROCESOS INTERNOS
Según Putin, Rusia se encuentra actualmente en la fase de la reestructuración de su economía, invirtiendo dinero en el desarrollo de la producción agrícola e industrial.
“Hemos superado todos los problemas que surgieron tras la imposición de sanciones contra nosotros y hemos comenzado la siguiente etapa de desarrollo sobre una nueva base, lo que es muy importante”, aseguró.
Detalló que Rusia prevé cerrar el año 2023 con déficit presupuestario de uno por ciento, lo que llega a ser “un presupuesto completamente saludable y una economía saludable”.
También dijo que la inflación en el país creció a un 5,7 por ciento en este momento y que el Gobierno y el Banco Central están trabajando para contrarrestar el efecto inflacionario.
FUTURO COMÚN
Analizando los problemas globales de la humanidad, Putin destacó que estos “requieren acciones conjuntas, la búsqueda de soluciones colectivas”.
“Mientras el egoísmo, la arrogancia, el desdén contra los desafíos reales inevitablemente llevarán a un callejón sin salida”, señaló.
En opinión del líder ruso, los intentos de establecer un monopolio en el mundo están condenados al fracaso.
“Y finalizaré como empecé. En este sentido, el fortalecimiento del mundo multipolar es inevitable”, manifestó.
Sputnik, 06.10.2023