La dictadura de Daniel Ortega continúa persiguiendo a la Iglesia Católica y esta vez ha dado orden para que todas las monjas abandonen el país dándoles como plazo máximo el día anterior al 31 de diciembre de este año, sin importar que tengan la nacionalidad nicaraguense, informa la agencia de información AICA
Las religiosas posiblemente se ubiquen en países latinoamericanos donde cuentan con sus congregaciones. Ortega también ha cancelado las organizaciones sin fines de lucro vinculadas a las religiosas, confiscando todas las propiedades vinculadas a las congregaciones.
El régimen también arremente contra los sacerdotes aumentando las expulsiones. El pasado 29 de noviembre fue objeto de destierro el padre Asdrúbal Zeledón Ruiz, de la diócesis de Jinotega, y se prohibió el ingreso a otro sacerdote nicaragüense. Según los informes, al menos tres sacerdotes han sido afectados solo en el último mes.
Desde abril de 2018, más de 250 religiosos han sido expulsados, desterrados o forzados al exilio.
Monjas de la congregación de la madre Teresa de Calcuta brindan asistencia a personas desamparadas como ancianos y aseguran que nunca participaron en actividades políticas.