Miguel Ángel Rodríguez Mackay
Mirando la visita del papa Francisco a Cuba, ha cobrado una atención especial cómo el 70% de los cubanos practica la santería, una manifestación de puro sincretismo religioso, es decir, una mezcla de catolicismo con cultos de origen africano que llegaron a la isla con los esclavos traídos durante el virreinato. Ritos con bailes donde se invoca a los dioses o espíritus entraron en armonía con la religión católica, mostrándose en modo predominante. La santería debió soportar en el proceso histórico la propia hostilidad del catolicismo de esa época, mayoritariamente intolerante en el nuevo continente, como lo vimos en las sanciones impuestas por el Tribunal de Oficio de la Santa Inquisición en las Américas durante el periodo de la dominación española; sin embargo, la santería también tuvo que soportar la oposición del Estado comunista, esencialmente ateo, que se afirmó en Cuba luego de la triunfante Revolución de 1959.