Amy Goodman y Denis Moynihan
Una guerra con Irán sería una catástrofe. Sin embargo, al oponerse a la vía diplomática, cientos de integrantes del Congreso podrían estar cometiendo un error que podría derivar justamente en un conflicto de esas características. El acuerdo nuclear con Irán, nombre que recibe comúnmente este complejo acuerdo diplomático, fue alcanzado el 14 de julio entre un grupo clave de potencias mundiales, la Unión Europea e Irán. El objetivo del acuerdo es restringir las actividades nucleares de Irán a un uso con fines pacíficos y anular la capacidad de ese país de construir una bomba nuclear. A pesar de lo que sostienen sus detractores, el acuerdo no se basa en la confianza, sino que otorga al Organismo Internacional de Energía Atómica la facultad de llevar a cabo amplias y minuciosas inspecciones a fin de garantizar que Irán cumpla con sus compromisos. A cambio, se levantarán muchas, aunque no la totalidad, de las sanciones impuestas a Irán, que han tenido efectos devastadores sobre su economía.