Turquía, ¿un aliado infiel?
Adrián Mac Liman*
El Pentágono y la CIA estudian con detenimiento las circunstancias en las que parte de la ayuda enviada a los combatientes kurdos de Kobané cayó en manos de los yihadistas del Estado Islámico (IE). Aparentemente, se trata de una remesa de armas, municiones y medicinas lanzadas en paracaídas por la aviación militar estadounidense. La noticia causó cierto estupor en los medios periodísticos. Pero los estrategas y los politólogos achacan el error al empecinamiento de la Administración Obama de no permitir una intervención terrestre en Siria e Irak. El actual inquilino de la Casa Blanca quiere permanecer fiel a sus principios; unas normas de conducta que poco o nada tienen que ver con las leyes de la guerra.