Germán Gorraiz López*
La prevista Cumbre de la NATO a celebrar en Gales los días 4 y 5 de Septiembre tiene como objetivo apremiante la implementación del Plan de preparación de la Actuación ( RAP en inglés) en respuesta a la actitud rusa en la crisis ucraniana, lo que se traducirá en el desliegue de “unidades de intervención rápida” en Polonia, Países Bálticos, Rumania y Bulgaria, con el objetivo inequívoco de “posibilitar una intervención más rápida en caso necesario” según ha declarado el Secretario General de la Organización, Anders Rasmussen al diario alemán “Süddeustsche Zeitung”, así como la asunción por los países miembros de la nueva doctrina ‘Smart Defense” (Defensa Inteligente), nuevo concepto operativo que implicará la cesión parcial de la soberanía de los países miembros a la coordinación de defensa con la OTAN así como el incremento de las partidas de gasto de los países europeos que sería de un exiguo 2% del PIB nacional, quedando el grueso de la financiación en manos de EEUU.(el 75% de cerca del Billón $ del total del presupuesto).