La felicidad es "epidémica"


La felicidad, pero también la desdicha, se expanden en la sociedad como una epidemia, por niveles de separación entre las personas, según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ (DOI: 10.1136/bmj.a2338).


Los hallazgos significan, por ejemplo, que un amigo feliz de un amigo de un amigo nuestro incrementa las probabilidades de felicidad personal en un 6%, lo cual es más que el efecto de felicidad que produce tener una remuneración de 5 mil dólares, que sólo incrementa la probabilidad de ser feliz en 2%.

Debido a ese efecto que se transmite de uno a otro, incluso las personas a quienes nunca hemos visto ni conocemos tienen un mayor efecto en nuestro ánimo que un incremento significativo de nuestro sueldo.

James Fowler, un científico en ciencias políticas de la Universidad de California, San Diego y su colega
Nicholas Christakis, de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, analizaron 52,228 conexiones sociales entre 5124 personas, que formaron parte del estudio.

Los voluntarios formaron parte del Estudio Cardiológico Framingham, donde actualizaron sus contactos sociales y su estado de salud, incluyendo la felicidad, que se midió con un cuestionario psicológico. Muchos participantes reportaron a muchos otros participantes, lo que permitió a los investigadores establecer puntos sociales de conexión.

Pero los investigadores también emplearon esta red para documentar cómo la obesidad y el hábito de fumar se transmitían a través de la misma red social.

En el estudio evidenciaron que la felicidad (mas que el hábito de fumar y la obesidad) se difunde mediante la cercanía. Un vecino feliz incrementa la probabilidad de ser feliz en un 34%; un hermano que vive en un radio de una milla (1.6 km.) la aumenta en 14% y un amigo que vive en un radio de media milla (0.8 km.) la incrementa en un 42%.

El efecto cae dentro de la red: la felicidad de un amigo aumenta la probabilidad de ser feliz en un promedio de 15% y los amigos de los amigos en 10%. Como con la obesidad y el hábito de fumar, no hallaron efectos más allá del tercer grado de separación.

Mientras habría seis grados de separación entre dos personas, sólo hay tres grados de influencia, ésta se diluye, al igual que una ola.

Los estudiosos determinaron que cada contacto feliz incrementa el chance de ser feliz en un promedio de 9%, mientras que un contacto infeliz disminuye este chance en un 7%.