La leche podría prevenir el mal de Alzheimer


Por Rocío Ferrel


Científicos de la Universidad de Oxford aseguran que tomar dos vasos diarios de leche podría proteger contra la pérdida de la memoria y el mal de Alzheimer en la vejez.


El estudio, publicado en la American Journal of Clinical Nutrition, indica que la leche es una de las mejores fuentes de una vitamina clave que se cree que reduce el daño neurológico cerebral y puede conducir a diversas formas de demencia.

Los investigadores observaron que en los pacientes ancianos, en los cuales dicha vitamina, la B12, está presente en bajas cantidades, padecen el doble de encogimiento cerebral que aquellos ancianos con mayores niveles de la vitamina en sus cuerpos, por eso creen que incrementando el consumo de vitamina B12 en los ancianos sería de ayuda para disminuir la decadencia cognitiva.

La vitamina podría servir para emplearla para proteger a la gente contra los terribles efectos del Alzheimer y otros males degenerativos cerebrales tan sólo aumentando su consumo en la dieta diaria.

Según los científicos del Oxford Project to Investigate Memory and Ageing, sería suficiente tomar dos vasos diarios de leche para aumentar a un nivel adecuado el consumo de vitamina B12.

 En los pacientes que padecen Alzheimer o demencia hay células nerviosas muertas, por lo que no es posible repararlas con fármacos, por lo que sería de mucha más utilidad la prevención, que en este caso puede ser tan sencilla como tomar dos vasos diarios de leche. Cuando estas células cerebrales mueren se produce la pérdida gradual de masa cerebral, que se conoce como el encogimiento cerebral.

Otras fuentes de vitamina B12 son las aves, la carne, el pescado, los huevos. No obstante, un detalle importante es el hecho de que la carne, pese a contener mayores cantidades de vitamina B12, se absorbe poco por el cuerpo cuando se come. La vitamina B12 contenida en la carne debe ser procesada con los ácidos estomacales y en los ancianos estos ácidos son segregados en menores cantidades.

La leche, pese a contener menor cantidad de la mencionada vitamina, se absorbe mejor, con un 55% de absorción que ingresa a la corriente sanguínea. En tanto, el pescado es la segunda fuente de la vitamina.

Los estudiosos comprobaron, mediante escaneo de los cerebros de los pacientes ancianos, que aquellos que presentaron deficiencia de vitamina B12 sufrían más pérdida de cerebro o atrofia que los que tomaban más cantidad de la vitamina. Pero se observó que también había ese riesgo en los que presentaban una cantidad normal de la vitamina.

Dividiendo a los pacientes analizados en tres grupos determinaron que los que presentaron un nivel bajo de la vitamina estaban más expuestos a sufrir de pérdida cerebral, en una proporción de 1% por año, que aquellos que presentaban las mayores concentraciones de vitamina B12 en sus organismos.

Se cree que la vitamina B12 es esencial para mantener la cápsula que se forma alrededor de las células nerviosas y las aísla. Cuando no hay suficiente cantidad de vitamina B12 la cápsula se deteriora y ocasiona un mal funcionamiento de las células cerebrales, que después mueren.

Los científicos todavía tienen más trabajo por delante y pronto culminarán un análisis de 180 personas mayores de 70 años con problemas de memoria a las cuales les dieron vitamina B12 a unas y a otro grupo sólo placebo (una tableta o cápsula que usualmente contiene solamente almidón). De este grupo se obtuvo imágenes escaneadas para saber si la vitamina B12 redujo la atrofia cerebral, pero antes de realizar la recomendación oficial al público sobre el consumo de la vitamina B12 deberán realizar más pruebas.

Otros estudios habían indicado que el chocolate y el vino pueden tener un efecto similar.