Las personas más inteligentes viven más
Un estudio realizado por el Medical Research Council's Social and Public Health Sciences Unit, de Glasgow, Escocia, indica que las personas con mayor coeficiente intelectual tienen mayores probabilidades de ser saludables en la vejez.
Un estudio realizado por el Medical Research Council's Social and Public Health Sciences Unit, de Glasgow, Escocia, indica que las personas con mayor coeficiente intelectual tienen mayores probabilidades de ser saludables en la vejez.
Las malas noticias son para aquellos que no rinden bien en las pruebas de inteligencia, pues presentan mayor riesgo de males cardiacos, accidentes fatales y suicidio.
Este trabajo analizó los registros médicos de un millón de personas que sirvieron en el ejército sueco, donde se tomó en cuenta la calidad de ambiente en que vivieron, de modo en cualquier condición que su ambiente haya tenido, la relación entre las habilidades intelectuales y el mayor riesgo de muerte fue sólida.
El doctor David Batty, uno de los investigadores del grupo, señaló que las estadísticas confirmaron la fuerte relación entre la capacidad intelectual y el riesgo de muerte. “Las personas con mayores puntajes en las pruebas de coeficiente intelectual tienden a fumar o beber menos alcohol y también son más cuidadosos en sus dietas, además de tener más actividad física. Estos hábitos pueden explicar de manera parcial que también presenten una menor tasa de mortalidad”, explicó.
Otros estudios habían sugerido que la calidad de la educación preescolar y una mejor nutrición pueden elevar el coeficiente intelectual. Pero esos estudios no previeron los beneficios en la salud y las mejoras en las condiciones de vida y educación.
Batty agregó que es posible que la relación entre la capacidad intelectual y la tasa de mortalidad sea explicada por peores hábitos en las personas con menor coeficiente intelectual. Por ello los mensajes dirigidos al público para que mejoren sus hábitos de salud pueden ser muy complicados y deberían simplificarse.
El doctor Batty también participó en otro estudio previo realizado en más de cuatro mil soldados estadounidenses, que comprendió datos de 15 años. En ese trabajo encontraron las mismas relaciones entre el coeficiente intelectual y la mortalidad.
Este trabajo analizó los registros médicos de un millón de personas que sirvieron en el ejército sueco, donde se tomó en cuenta la calidad de ambiente en que vivieron, de modo en cualquier condición que su ambiente haya tenido, la relación entre las habilidades intelectuales y el mayor riesgo de muerte fue sólida.
El doctor David Batty, uno de los investigadores del grupo, señaló que las estadísticas confirmaron la fuerte relación entre la capacidad intelectual y el riesgo de muerte. “Las personas con mayores puntajes en las pruebas de coeficiente intelectual tienden a fumar o beber menos alcohol y también son más cuidadosos en sus dietas, además de tener más actividad física. Estos hábitos pueden explicar de manera parcial que también presenten una menor tasa de mortalidad”, explicó.
Otros estudios habían sugerido que la calidad de la educación preescolar y una mejor nutrición pueden elevar el coeficiente intelectual. Pero esos estudios no previeron los beneficios en la salud y las mejoras en las condiciones de vida y educación.
Batty agregó que es posible que la relación entre la capacidad intelectual y la tasa de mortalidad sea explicada por peores hábitos en las personas con menor coeficiente intelectual. Por ello los mensajes dirigidos al público para que mejoren sus hábitos de salud pueden ser muy complicados y deberían simplificarse.
El doctor Batty también participó en otro estudio previo realizado en más de cuatro mil soldados estadounidenses, que comprendió datos de 15 años. En ese trabajo encontraron las mismas relaciones entre el coeficiente intelectual y la mortalidad.