En los Estados Unidos todos los ciudadanos que se vacunan pueden elegir la marca con la cual les inyectarán, derecho que está siendo negado a los peruanos, pues los obligan a vacunarse con Pfizer o AstraZeneca cuando piden Sinopharm, que es la vacuna sin efectos secundarios graves conocidos. Incluso a médicos se les está negando el derecho a escoger Sinopharm.
Violando principios éticos y administrativos elementales, además el ministro tolera que el consentimiento "informado" antes de la vacunación, que deben firmar las personas, oculte que las vacunas Pfizer y AstraZeneca pueden causar efectos graves, como miocarditis, principalmente en jóvenes, trombosis, derrames cerebrales y muerte, pese a que conocen estos riesgos.
Está por llegar la vacuna Johnson & Johnson, la cual presenta riesgos de derrame cerebral y muerte similares a los de AstraZeneca, pero multiplicado por cuatro veces.
Moderna también llegará y presenta riesgos similares a los de Pfizer. No estamos en dictadura, pero están obligando a la gente a vacunarse negándole el acceso a lugares cerrados y es grave que se les niegue lo mínimo, que es elegir la vacuna Sinopharm.Además, diferentes médicos de diversos países aseguran que las autoridades ocultan reportar la verdadera cifra de muertos y personas con secuelas graves tras la vacuna, los cuales serían tres veces más de lo revelado.
Hay excepciones como Suiza, donde el ejercicio de la medicina es más serio y se practica más respeto hacia la población, y pese a que el país es pequeño, hace unos meses sus estadísticas revelaban al menos 150 muertos y 3,000 efectos graves tras las vacunas.
De otro lado, la propia OMS no avala ni rechaza la combinación de vacunas que está practicando el Minsa, ¿por qué entonces quieren obligar alegando que si se vacunaron con Sinopharm tienen que ponerles después Pfizer?
Los congresistas deberían exigir que se cumpla con dar la misma libertad que en los Estados Unidos a los ciudadanos peruanos, que aunque las autoridades no lo quieran admitir, también leen sobre informes de científicos y médicos acerca de los efectos graves de las vacunas Pfizer, AstraZeneca, Moderna y Johnson & Johnson.
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